Hasta la primera quincena de junio, México acumula una alza interanual promedio de 22.8% –equivalente a 2.95 pesos por litro– en el precio de venta al público del combustible, convirtiéndose en el segundo país de Latinoamérica con el precio más alto y con el alza más pronunciada, de acuerdo con datos de la consultora IHS Markit. México es solo superado por Brasil.
Y es justo la administración de este país una de las que ha decidido realizar una serie de modificaciones fiscales para influir en el precio del combustible. Jair Bolsonaro, el presidente de ultraderecha del país sudamericano, decidió hace unos meses subir los impuestos a la industria química y a las instituciones financieras con el fin de compensar la eliminación de carga tributaria en la venta de diésel y el gas de uso residencial.
Las medidas, explicó el gobierno de Bolsonaro en un comunicado, “buscan mitigar los efectos de la volatilidad de los precios y las fluctuaciones en el tipo de cambio y los precios del petróleo en el mercado internacional”.
El cambio fiscal se dio después de que el mandatario brasileño nombró como una de las principales causantes del aumento del precio al Impuesto de Circulación de Mercancías y Servicios (ICMS). La medida entró en vigor en marzo pasado, pero los analistas dudan de su impacto en un mercado que se rige por la demanda internacional y no por elementos locales.
El mercado latinoamericano sólo representa el 9% de la demanda mundial de gas LP, de acuerdo con datos de la consultora IHS Markit. De ahí el poco poder en el mercado que podrían tener las acciones locales de cada uno de los gobiernos.
Precio del gas LP en Colombia
Algunos sectores de Colombia están buscando algo similar. Representantes sectoriales y congresistas han urgido al gobierno del presidente Ivan Duque a establecer un máximo al precio de venta de gas LP de Ecopetrol. Hasta ahora, la petrolera estatal colombiana, que es el productor más grande del gas en el país, vende el combustible a los distribuidores a un precio regulado basado en la referencia internacional Mont Belvieu de Estados Unidos, que ha visto aumentos constantes en los últimos meses.
La compañía pronto reducirá su oferta del combustible destinado a las ventas locales para utilizarlo en sus procesos de producción internos. Lo que aumentará la necesidad de compras del gas al extranjero.
“Por una variedad de razones, la percepción pública a menudo está desconectada de las realidades del mercado. A medida que los precios del gas LP han aumentado en América Latina, también lo ha hecho la especulación en torno a posibles irregularidades o problemas estructurales con el mercado del gas LP”, ha descrito la consultora IHS Markit en una publicación reciente.
Perú, que ha vivido un desabasto durante julio debido a una serie de condiciones climáticas que han impedido la importación del combustible mediante barco, ha anunciado la creación de una reserva de gas licuado para enfrentar los periodos de escasez o de alta demanda, que también influyen de manera importante en el precio local del combustible. El país sudamericano, al igual que México, tiene una gran dependencia al combustible de importación.
Tres meses antes, en abril, Perú retiró el gas licuado de petróleo de su Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles con la intención de reducir el precio del insumo.
“La amenaza de intervención en el mercado de gas LP por parte de los actores políticos de la región es bastante real. La participación reglamentaria en forma de un tope a los precios al por menor, un fondo de estabilización y ajustes a la fórmula de fijación de precios son todos posibles. En una región que necesita urgentemente más infraestructura, cualquier modificación del precio real de lo que es un producto básico mundial disuadirá de invertir más en logística e infraestructura y podría reducir la calidad general del servicio”, continúa IHS Markit en su publicación.
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el ente antimonopolios mexicano, tiene abiertas tres investigaciones para definir si participantes del mercado de venta de gas LP han incurrido en prácticas anticompetitivas para pactar aumentos en los precios. En Chile sucede algo similar, el Congreso del país sudamericano ha señalado como una posible causa del aumento en los precios a una colusión entre compañías del mercado, por lo cual también ha ordenado una investigación.