El mercado de los operadores móviles virtuales en México está dominado por Freedom Pop, de Dish, que al primer trimestre de 2021 tenía en sus manos 31.1% del mercado, seguido de Oui –de Elektra– con 21.7% y Virgin Mobile con 6.3%. Soriana Móvil pertenece al grupo de OMV que utilizan la red de un operador tradicional para ofrecer servicios, y que tienen 9.1% de participación en el mercado.
Desde que inició operaciones en 2017, Soriana Móvil ha utilizado la red de Telcel. Anteriormente operaba a través de la tecnología de Maxcom y ahora lo hará con ayuda de Celmax, un concesionario de telecomunicaciones que ofrece soluciones de datos, voz y mensajería sobre redes celulares.
Hace cuatro años, Maxcom brindaba los servicios móviles a Soriana con Celmax, que en ese entonces invirtió 158 millones de pesos para desarrollar proyectos de telefonía celular. Los trabajos en conjunto, de la mano de la tienda de supermercados, pretendían conquistar entre 700,000 y un millón de usuarios en cinco años, lo que significaba entre 10% y 13% del total de los clientes de la empresa mexicana.
“Maxcom era nuestro operador del servicio, sobre todo en plataforma de servicio digital, aplicación móvil y demás. Hubo un cambio entre Maxcom y Celmax, pero nosotros nos quedamos con ésta última que ha sido la empresa que en México nos ha brindado este servicio. No fue un cambio representativo para nosotros, es un tema de ellos”, detalla Mauricio Hinojosa.
Respecto a la red que utilizan, el ejecutivo dice que están convencidos que Telcel es la que brinda mejor cobertura a nivel nacional, lo que les permite llegar a más consumidores. Soriana Móvil se encuentra disponible en las más de 790 tiendas de todo el país.
Para Erick de la Cruz, gerente de la consultora Select, los problemas financieros que presentó Maxcom sí generaron conflictos para Soriana. “Maxcom ha tenido altibajos en el mercado, lo que la ha llevado a replantear su modelo de negocios, esto ha afectado al operador móvil virtual”.
En 2019, la empresa de telecomunicaciones solicitó protección por bancarrota ante la legislación estadounidense (por segunda vez en seis años) para reestructurar su deuda. Un año después, recibió del Servicio de Administración Tributaria (SAT) un aviso de liquidación en el que reclamaba un pago de impuestos correspondiente a 2015 por un monto de 631 millones de pesos.