Los expertos opinan que, así como ha ocurrido con el desarrollo de otras cadenas de suministro como la automotriz o la aeroespacial, uno de los pilares que darán paso al desarrollo de la industria vendrá de las empresas extranjeras que traerán las tecnologías e investigaciones que han desarrollado desde la legalización del uso farmacéutico del cannabis, a través de alianzas o fusiones con las firmas mexicanas que adoptarán estas directrices.
La investigación sobre las propiedades medicinales de la planta será una de las vertientes con mayor oportunidad de desarrollo. Lorena Beltrán, directora general de CannabiSalud, firma especializada en la organización de foros y eventos de promoción e información sobre el cannabis, comenta que México puede ser líder en ciencia dada la fortaleza de la industria farmacéutica, que puede explorar las propiedades e incluso descubrir algunos compuestos de la cannabis, que no ha sido estudiada en su totalidad.
“Hay una oportunidad para que México sea líder en la ciencia, en el desarrollo de medicamentos a base de cannabis, en la maquila y en crear productos”, declara. “También hay una oportunidad para trasladar la investigación que se ha hecho en otros países y traerla a México, concluir aquí y mezclar productos medicinales aquí”, refiere.
La oportunidad de desarrollo para el cannabis medicinal en México es latente, dado que el mercado tendrá un valor de 3.5 millones de dólares y llegará a 54.5 millones de dólares en 2024, de acuerdo con proyecciones de la consultora Statista.
“Estos laboratorios nos llevan años de ventaja y las asociaciones van a tener transferencia tecnológica al territorio mexicano y se va a notar a través de patentes o transacciones industriales que van a permitir tener ventajas competitivas en el mercado. Cuando México sea desarrollador, seremos punta de lanza y entonces habrá oportunidad de exportar productos que se han desarrollado técnicamente en México, como pesticidas especiales”, dice Carlos Solórzano.
La ley actual ya permite el cultivo de la planta para la investigación y el desarrollo de medicamentos, lo que abre camino para quienes cultivan la planta establezcan una relación de compra venta con las empresas farmacéuticas que cuentan con los permisos para la fabricación de medicinas a base de cannabis.
Quienes deseen vender la planta como parte de la cadena productiva tienen que comprobar ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) los fines de uso medicinal de la producción de la planta. Aunque esta oportunidad, considera Beltrán, no es para todos.
“El mercado es muy complejo y se requieren inversiones muy grandes y tener una relación con la industria farmacéutica no es sencillo, los cultivadores tienen que estar involucrados con profesionales y científicos, para que se apruebe este tipo de permiso”, declara.