“Las instalaciones que ya tenemos fueron diseñadas para la atención de los pacientes de COVID-19 y de momento no está contemplado ningún rediseño de esta área. Y no tengo la menor duda que tenemos la mejor área de atención para estos pacientes en el país. Es moderna en diseño, distribución, atención y manejo de personal. Es un área totalmente blindada”, dice el doctor Juvenal Franco, vicepresidente de la institución.
El espacio para atender a enfermos del coronavirus en el hospital está incomunicada con otras áreas, con sistemas de extracción de aire especiales y rutas específicas para el ingreso de los enfermos con el fin de no poner en riesgo al resto del personal médico y pacientes.
Pero los centros médicos se han transformado no solo para atender al COVID-19. También tuvieron que desplegar sus capacidades tecnológicas para mantener la atención de pacientes de otras enfermedades que prefirieron no asistir a las instalaciones para evitar los contagios. Aunque ahora han regresado de forma paulatina a la atención presencial.
“En este año y medio, ya sabemos cuales son las intervenciones que debemos entender en relación a la atención a las rutas donde llegan los pacientes. Y en la parte de la contención, la ambulatoria y a larga distancia, qué es lo que está ocurriendo con la nueva variante y qué medidas debemos de continuar”, afirma la doctora Roxana Trejo, gerente de la Unidad de Epidemiología y encargada de la antención al COVID-19 en el ABC.
En el Hospital Español, que se ubica en la zona norte de la Ciudad de México, se estableció un Comité COVID-19, que se reunió por lo menos tres veces por semana, en feriados o fines de semana para dar seguimiento a la enfermedad y establecer un plan de acción.
Sin revelar el monto de las inversiones, ni la baja en los ingresos por la disminución en la atención a pacientes, el doctor Ricardo Martínez, quien dirige la institución, comenta que, con la alta demanda, se registró una subida en el precio de algunos insumos, como las mascarillas y el equipo de protección para el personal. Según el Inegi, el mercado privado los medicamentos y aparatos para la salud se encareció 54% más que la inflación en 2020.
“(Los gastos operativos) en algunos aspectos sí aumentaron, porque el hospital dejó de recibir enfermos en otras áreas. La gente no venía a cirugías que habitualmente se hacían, no venían a internarse por el temor a contagiarse de estos hospitales. Y lógicamente que el costo en la atención se modificó de manera importante”, apunta. “Como muchos hospitales, hubo repercusiones en el aspecto económico”.