La crisis que dasató la pandemia acabó con el 20% de los restaurantes y negocios de comida en el país, según datos de la Canirac. Unas 120,000 pequeñas y medianas empresas del ramo no pudieron sobrevivir a la baja demanda de sus servicios y otros más se quedaron en el intento por digitalizar sus servicios y obtener apoyos financieros de la banca y gubernamentales, estos últimos casi inexistentes hasta entonces.
Germán González, presidente de la Canirac, explicó durante su intervención en el panel que muchos de los pequeños comercios se quedaron paralizados frente a lo que para todos era algo nuevo. "Esto aceleró el diálogo y las sinergias con la banca, los proveedores y el gobierno".
La banca tuvo que diseñar nuevos productos para los microempresarios. “México todavía está muy retrasado contra otros países similares en inclusión financiera”, dice Mario Langarica, CFO de Gentera.
El banco, por ejemplo, amplió el uso de Yastás, uno de sus productos que permite a los pequeños comercios cobrar con tarjetas bancarias o de crédito. “Nosotros ya teníamos estas herramientas, pero nunca nos imaginamos la velocidad y la capacidad de adaptación que tenían todos nuestros clientes (...) Existían las herramientas, pero no las habíamos utilizado en esta magnitud. De repente nos damos cuenta de que esta transformación digital se aceleró radicalmente y que es importantísima. Eso va a ser un gran avance para la inclusión financiera”.
Coca-Cola también encontró en la pandemia una oportunidad de apoyar a los pequeños negocios –que distribuyen una gran parte de sus productos– mediante la entrega a domicilio y proveerles algunos de los insumos necesarios para evitar los contagios.
“Tenemos que conocer qué pasa en los diferentes escenarios y territorios del país para poder llegar con soluciones pensadas globalmente pero ajustadas a las necesidades locales. Yo creo que hay una fórmula mágica: digitalización más innovación”, dice Sergio Londoño, director de asuntos públicos, comunicación y sustentabilidad de Coca-Cola México.
Conforme los restaurantes se sumergen en la digitalización, surgen nuevas oportunidades de captar nuevos clientes y generar más ventas. Pero aún queda camino por recorrer.
“¿Ya estamos en niveles prepandemia? Aún no, yo creo que la industria (restaurantera) está a un 70 o 75% de lo que eran las ventas antes de la pandemia. Pero al menos este volumen permite que ya no se destruyan negocios. Cuando estábamos abajo de este número, durante el confinamiento, todos los días cerraba un negocio”.