Además, se aprobaron los mecanismos de implementación de la reestructuración, “incluyendo, en su caso, la solicitud voluntaria de protección y aprobación de la reestructuración prevista en el Capítulo 11 del United States Code de los Estados Unidos de América”, según el documento enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.
La compañía delegó a sus apoderados designados –entre quienes se encuentran Pablo Azcárraga Andrade y José Carlos Azcárraga Andrade, presidente y CEO de Grupo Posadas, respectivamente– la determinación de las condiciones específicas de una potencial entrada al Capítulo 11.
Los accionistas votaron para aprobar el acuerdo de apoyo a la reestructura anunciado el pasado 17 de agosto, lo que permite a la compañía avanzar en el proceso de reestructura de los senior notes, a lo que se pueden sumar más apoyos, informó Grupo Posadas.
"Es decir, la aprobación de los accionistas en la Asamblea puede ser implementado a través de diversos mecanismos que se definirán en los siguientes meses", dijo la compañía a Expansión en un correo.
El Capítulo 11 permite a las empresas reestructurarse financieramente otorgando plazos atractivos para la negociación con sus acreedores y blindándose de posibles medidas por la acumulación de pasivos, como embargos. Todo esto puede ocurrir mientras la empresa se mantiene operativa, una de las prioridades de la empresa.
"El objetivo de la reestructura financiera es que la compañía alcance una estructura de capital sostenible, sin afectar las operaciones cotidianas de los hoteles. Esto permitirá a Posadas hacer frente a los efectos de la pandemia en una posición financiera más fuerte, y a mantener el liderazgo en la operación de hoteles en México", agrega la respuesta escrita.
Grupo Posadas se vio particularmente impactado por la pandemia debido a la caída del sector turístico, que llevó al cierre de varios complejos durante abril y mayo, y que afectó las ocupaciones y la rentabilidad de sus complejos una vez que comenzó la reactivación de la actividad turística, a partir de junio y julio.
Aunque la compañía ha visto buenos niveles de desempeño en sus complejos de playa, en los destinos urbanos permanece presionada al igual que el resto del sector, principalmente afectado por la ausencia de viajes de negocios y la falta de convenciones y reuniones, entre otros factores.
Al cierre del segundo trimestre de 2021, registró ingresos por 1,933.6 millones de pesos, cuatro veces las ventas alcanzadas en el mismo periodo de 2020, el peor durante el inicio de la pandemia. Este nivel estuvo un 16% por debajo del mismo periodo de 2019, cuando tuvo ingresos por 2,239.8 millones de pesos.
Hasta el 30 de junio de este año, registraba un endeudamiento de 423 millones de dólares, equivalentes a 9,326 millones de pesos.