México está por convertirse en el primer país en América Latina en prohibir las pruebas en animales. Esto inevitablemente empujará a las empresas del sector a aprovechar los avances tecnológicos, como piel artificial cultivada en laboratorio, para realizar los testeos de ingredientes y productos que llegan al mercado.
Desde hace algunos años, la industria enfrenta a un creciente número de consumidores que consideran que la crueldad hacia los animales no es ética y están creando conciencia contra este acto, tendencia que impulsa el desarrollo de productos no testeados en animales, vegetarianos (sin subproductos de la matanza de animales) y veganos (sin ingredientes de origen animal) se ha disparado en los últimos años.
Los cambios abren la puerta al desarrollo del mercado de cosméticos y productos de cuidado que atienden a estos consumidores, que alcanzará un valor mundial de 20,800 millones de dólares para 2025, de acuerdo con proyecciones de Grand View Research, alentado por la creciente demanda entre los consumidores más jóvenes.