“El cambio en la preferencia de los consumidores durante la pandemia llevó a buscar opciones de cosméticos más saludables, lo que provocó un aumento en las ventas de productos orgánicos y veganos”, detalla el análisis.
Algunas de las empresas de cuidado personal y cosmética que comercializan productos en México comenzaron a transformarse desde la prohibición de los testeos en animales en Europa, en 2013. Sin embargo, hay algunos mercados, como China, en los que estas pruebas son un requisito para permitir su comercialización.
Laura Bonilla, directora de asuntos corporativos de Unilever Norte de Latinoamérica, descarta que los cambios a la ley tengan un impacto en las operaciones de la compañía en México, ya que desde hace cuatro décadas realizan pruebas alternativas aprobadas internacionalmente para evaluar la seguridad de sus productos, en tanto responden a los nuevos consumidores.
“Son cambios que las personas piden y que nos permiten reforzar la confianza de nuestros consumidores, al mostrarles el compromiso que tenemos con la sustentabilidad con productos que son buenos para las personas y para el planeta”, declara.
Procter & Gamble, que aparece en diversas listas de empresas que realizan pruebas en animales de organizaciones como Animanaturalis, en una postura enviada a Expansión refirió que en las últimas cuatro décadas ha invertido más de 460 millones de dólares en la iniciativa ‘Principio de las 3Rs’ para reducir, refinar y reemplazar las pruebas con animales.
"Hemos logrando que en la actualidad se utilicen más de 50 métodos alternativos sin pruebas en animales en todo el mundo, de los cuales más de la mitad fueron desarrollados o inventados por científicos de la compañía”, dijo la compañía en un correo electrónico.