A raíz de ello, la flota comercial aún se encuentra contraída un 13% respecto a 2019, lo que equivale a 45 aviones menos, de acuerdo con cifras de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).
La disminución de la flota comercial del país trajo consigo otro fenómeno que redujo la edad promedio de los aviones, tanto de las aeronaves más operadas por las aerolíneas como de la flota en conjunto.
En 2021, la edad promedio de las 310 unidades operadas en el país fue de ocho años, el menor índice del que se tenga registro, y que mejora marginalmente el umbral en el que se había mantenido la flota en conjunto en este rubro, de 8.2 a 8.3 años entre 2017 y 2020. Sin embargo, esto se dio de manera distinta entre los aviones más utilizados por las líneas aéreas.
Este ha sido el caso del a320, producido por el fabricante europeo Airbus, que por varios años ha sido el avión más utilizado por las aerolíneas mexicanas, como Volaris, Viva Aerobus –incluso Interjet, antes de que saliera de operaciones–, quienes ahora han optado por su versión más nueva, el a320 neo.
Por ello, los 117 aviones a320 que volaban en 2019 –con una edad promedio de 6.9 años– se redujeron prácticamente a la mitad, a 60 para el cierre de 2021, con una edad promedio de 7.3 años. Por el contrario, el a320neo pasó de tener 31 equipos entre las aerolíneas nacionales en 2019, a 58 equipos, con lo cual pasó de ser el cuarto avión más operado al segundo.
De manera similar, el Boeing 737 MAX –que estuvo sin operaciones durante dos años a causa de un fallo fatal que el fabricante estadounidense corrigió– pasó a ser de los aviones más usados al incorporarse a la flota de Aeroméxico, que ha sacado de operaciones a equipos 737 y Embraer 190.
Para Fernando Gómez Suárez, analista del sector aéreo, estos cambios tienen que ver con la percepción que las aerolíneas tienen de la demanda, aunado a un esquema de ahorro de costos que permiten los aviones de menor antigüedad en costos clave, como el combustible, que puede concentrar de 30% hasta 40% de los gastos operativos de una línea aérea.
“La readecuación de la flota es una práctica ya recurrente, y se da gracias al arrendamiento financiero de los equipos, que les permite que cada ciertos años cambien aviones o motores, dependiendo del contrato”, refiere. “Esto es para garantizar la capacidad de adaptación de la flota, porque el mercado se va modificando”.
Nuevos aviones para 2022
Para este año, los planes de flota de las aerolíneas no se detienen, pues se ha hecho pública la intención de sumar hasta 37 nuevos aviones en conjunto.
En el caso de Aeroméxico, según su plan de reestructura bajo el Capítulo 11, se puede esperar la adición de 26 aviones más, de los cuales 22 serían de un solo pasillo –como los equipos 737 MAX 8 y 9–, y cuatro serían de fuselaje ancho –como el modelo Dreamliner, utilizado para vuelos de largo alcance–, con lo cual cerraría el año con 151 aeronaves.
Para Volaris, el plan es cerrar este año con 113 aviones, 11 más de los que tiene actualmente. Esto como parte de una estrategia en la que se han incorporado más equipos neo de Airbus, que ya concentraban 40% de la flota al tercer trimestre de 2021.
Aunque Viva Aerobus no ha hecho pública su meta de flota para este año, también tuvo un 2021 activo, en el que sumó 12 aviones a sus filas para alcanzar 55 aviones, que tienen una edad promedio de cinco años, la tercera más joven de la región norteamericana, según la empresa Ch-Aviation.
Pese a que los planes de flota responden a una perspectiva de los mercados donde las aerolíneas operan, para Gómez Suárez será importante no perder de vista algunos temas de coyuntura, como la imposibilidad de colocar más capacidad hacia Estados Unidos por la recategorización de la seguridad aérea realizada por la Administración Federal de Aviación (FAA, por su sigla en inglés).
“Hay que considerar que algunos aviones y rutas podrían no ser sostenibles en el futuro inmediato”, advierte.