Roberto del Valle, un seguidor del deporte, cuenta que para la reunión con amigos y familiares cercanos suele hacer carne asada, aunque este año cambiará la dinámica para sumar otros productos al menú, como las salchichas. “El presupuesto por familia es de 1,200. Siempre compramos arrachera o bisteck, además de alitas o boneless, pero este año vamos a comprar para hacer un tipo bufé de tacos, que alcanza más”, dice.
#QuéPasóCon... El precio del limón y el aguacate
Alejandro Martínez, comerciante de pollo en un mercado al norte de la Ciudad de México, ha sentido el cambio en las compras de sus clientes desde el año pasado, cuando el aumento en el precio de este producto comenzó su ascenso. “Hace como unos siete años notamos un incremento en la demanda de las alas. Ahora, yo las preparo y generalmente se venden más el fin de semana”, comenta. "Pero en estos últimos meses sí ha bajado la venta, ahora en lugar de tres kilos, se llevan dos o dejan de comprar las papas para que alcance", añade.
Martínez dice que con el Super Bowl solía vender hasta 55 kilos de más de alas preparadas, pero calcula que este año el número se reducirá a la mitad, pues no espera que haya tanta demanda: este año las personas prefieren comprar otros productos para botanear, como frituras o incluso verduras como las zanahorias o la jícama.
Alicia es una de las comerciantes de verduras de un tianguis que cada día de la semana tiene una ubicación distinta en diferentes colonias de la alcaldía Cuauhtémoc. La vendedora comenta que con las alzas de precios, las ventas de limón se han reducido hasta 50%, mientras que los ‘marchantes’ se llevan el aguacate “contadito por piezas”, mientras que otras verduras, como las zanahorias, que también se ponen en las mesas como snacks, tiene una mayor demanda.
Tras el confinamiento, también hay quienes se reunirán en algún restaurante para ver el partido. Armando Alcántara, por ejemplo, planea asistir con el grupo de aficionados a los Bengals a uno familiar. Otros pedirán la comida a domicilio, como es el de Sandra Romo. “Desde el año pasado no nos reunimos para el Super Bowl por la pandemia. Cada quien lo ve desde su casa y para mi es más cómodo y barato pedir (a domicilio) que preparar”, dice entre risas.
El sector restaurantero se dice listo para recibir a los aficionados en un fin de semana en el que esperan un alza en ventas. Daniela Mijares, presidenta ejecutiva de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), comparte que durante este fin de semana prevén una derrama económica de 1,400 millones de pesos por día, con un ticket promedio de 500 pesos por persona.
"Este fin de semana esperamos una alta derrama económica. El Super Bowl, que atrae una clientela completamente diferente y que normalmente está congregada en cierto tipo de restaurantes, se suma a la víspera del Día del amor y la amistad, una fecha que también suele generar afluencia en los restaurantes”, dijo Mijares.
La representante de la industria restaurantera añadió que, después de la cuarta ola de contagios de COVID-19, los comensales ya regresan con mayor afluencia a los restaurantes, y esperan incrementos de 40%, considerando que en algunos estados hay aforos reducidos, de acuerdo con el semáforo epidemiológico.