De las 2,460 nuevas aeronaves, un 56% (1,380) serían nuevas adiciones, mientras el resto (44%, equivalente a 1,080 aviones) serían reemplazos de equipos más viejos.
“Esperamos que en este periodo se generen 242,000 millones de dólares de gasto de las aerolíneas en la región”, dijo Barreira en conferencia de prensa. “El 50% sería basicamente para mantenimiento, mientras el resto se destinaría a entrenamiento y operación de los aviones, y la mejora de servicios”.
Airbus es uno de los principales fabricantes de aviones en el mundo, junto a la compañía estadounidense Boeing y a la brasileña Embraer. En la región Latinoamericana tiene una participación de mercado de 60%, a decir de la propia compañía, con más de 700 aviones operados por 17 aerolíneas y 500 equipos aún pendientes de ser entregados.
En México, la compañía tuvo 50.3% del mercado de aviones en 2021, con 156 aviones operados, principalmente en las aerolíneas Viva Aerobus y Volaris, cuyas flotas están totalmente compuestas por equipos Airbus. Estos incluyeron a los dos aviones más operados del país, el a320 y el a320neo, que concentran poco más de 38% de la flota aérea de México, según datos de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).
En línea con esta tendencia, se espera que en los próximos años casi un 90% de los aviones requeridos sean pequeños o de un solo pasillo, como el a320, mientras un 7.7% de los aviones serían de categoría mediante y un 4% de categoría grande, o de doble pasillo.
De acuerdo con el directivo de Airbus, esto responde a una previsión del crecimiento de la clase media en la región –“la más propensa a volar”, apunta Barreira–, que derivaría en el crecimiento de los mercados domésticos y llevaría a que los viajes per cápita de la región se dupliquen, pasando de 0.44 viajes anuales per cápita a 0.87 en 2040. De manera similar, se espera que el tráfico aéreo incremente en 1.8 veces hacia 2040 en la región.
Brasil y México, los mercados más grandes de la región, prácticamente crecerían al doble en este indicador, pasando de 0.4 a 0.9 y de 0.5 a 0.9 viajes per cápita anuales, respectivamente. Además, se espera que Chile, el país con el mejor desempeño en este indicador, crezca al triple al pasar de 1 a 2.9 viajes per cápita en los próximos 20 años.
“Vemos mucha oportunidad en la región para generar más tráfico aéreo. Vemos un gran potencial en las conexiones hacia Estados Unidos e intrarregionales”, dijo el directivo, quien agregó que su producción de aviones –que se redujo de 60 a 40 equipos al mes a nivel mundial, por la caída en la demanda– podría recuperarse y crecer a 65 aviones por mes para el verano de 2023.