Parar las exportaciones de crudo se ha convertido en una de las principales premisas del presidente para continuar con sus planes que buscan que la petrolera estatal produzca la totalidad de las gasolinas que se consumen en el país o su mayoría. Pero el plan parece desvanecerse a medida de que las refinerías no logran incrementar de manera importante su proceso de crudo –y por lo tanto su producción de petrolíferos– y en medio del aumento en el precio internacional del petróleo.
El presidente refrendó su plan hace apenas unos días en su discurso de conmemoración de la expropiación petrolera.
En diciembre pasado, Pemex dijo que durante este año se plantea exportar tan solo 435,000 barriles diarios de petróleo, como paso previo para eliminar los envíos de crudo un año después. La petrolera, que no ha logrado subir su producción, redujo de manera significativa sus envíos de crudo en enero pasado en un intento por subir el uso de sus complejos de refinación, pero ya para febrero pasado –el último dato disponible– este número aumentó de nueva cuenta , debido a que no ha logrado incrementar de acuerdo a lo planeado el uso de sus refinerías, según han explicado fuentes de la estatal.
La compañía no ha dicho públicamente que dará un paso atrás en su plan de eliminar las ventas de crudo, aunque las cifras de febrero podrían marcar esta tendencia. Pero optar por ello con los altos precios de la mezcla mexicana –que se ha situado entre los 90 y 100 dólares en los últimos meses–, podrían darle un respiro a sus finanzas. Mientras que continuar con la inyección de crudo en las refinerías solo podría ahondar en las pérdidas de la Pemex Transformación Industrial, división encargada de la refinación.
Hacienda también ha proyectado una producción de 1.820 millones de barriles diarios para este año y de 1.851 millones de año para el 2023. Este último dato podría representar una primera señal para reducir su meta de mediano plazo rumbo a la parte final del sexenio.
La compañía, que ha reducido sus metas de manera continúa y no ha logrado cumplir con ninguno de sus objetivos planteados desde presidencia, se ha puesto como meta terminar el sexenio con una producción de al menos 2 millones de barriles diarios.