Las pérdidas se ha registrado de manera histórica, pero se ha acentuado en los últimos años. En 2020 éstas fueron aún mayores, de 219,342 millones de pesos, la cifra más alta de la que tiene registro la compañía.
Pemex había logrado disminuir las pérdidas en este segmento durante el sexenio pasado a medida que redujo el número de barriles que procesó en su sistema.
Pero esto último ha cambiado en la administración obradorista. Y la apuesta ha sido totalmente opuesta: ha aumentado el proceso en sus seis complejos de refinación de manera lenta, pero constante. En enero –el último dato oficial disponible– las refinerías procesaron 800,000 barriles de crudo, un número por encima de lo observado de manera previa, pero aún por debajo de la meta de un millón de barriles diarios.
Las pérdidas se explican en parte por una márgenes de refinación cada vez menores. Durante el cuarto trimestre del año pasado, cuando la estatal aumentó de manera importante su producción de gasolinas y otros productos, el margen de ganancia fue de tan solo 0.31 dólares por barril. Pemex dice en su reporte financiero que esto se explica por los mayores precios del crudo, pero que han sido “parcialmente compensados por la mejora del desempeño operativo en el Sistema Nacional de Refinación con un mayor rendimiento de destilados”
Los analistas explican que el negocio de refinación suele tener pequeños márgenes de ganancia, que en el caso de Pemex se disminuyen aún más debido al estado de las refinerías y la gran producción de combustóleo que tiene la compañía.
Pero pese a las constantes pérdidas, el negocio de refinación continúa siendo la principal apuesta de la estatal. Tanto en el discurso, como en las inversiones que ejerce.
La administración de la petrolera nacional ha decidido aumentar la inversión en Pemex Transformación Industrial por encima de la autorizada. En 2021, como ejemplo, la inversión ejercida en la filial fue de 147,800 millones de pesos. La cifra autorizada había sido de 56,500 millones de pesos.
Un año antes, durante el inicio de la pandemia por Covid-19 y cuando muchas refinerías bajaron su producción, la estatal también invirtió de más en Pemex Tri. El monto de inversión aprobado fue de 58,200 millones de pesos y el ejercido de 69,500 millones de pesos, de acuerdo con los registros de la petrolera.
En cambio, en el negocio de producción y exploración, ha disminuido de manera constante las inversiones. En 2021 invirtió 240,300 millones de pesos de los 289,900 millones de pesos que habían sido aprobados. Un año antes también decidió recortar el presupuesto de Pemex Exploración y Producción para aminorar sus gastos durante el periodo más álgido de la pandemia.
La administración actual de Pemex ha decidido continuar con la apuesta por los refinados, pese a las críticas por parte de analistas y calificadoras que le han recomendado aumentar sus inversiones y actividades en su negocio de exploración y producción, que le significa mayores ingresos.
Los analistas también han advertido que los mayores ingresos que pueda obtener la petrolera como parte de los incrementos internacionales en el precio del petróleo podrían verse mermados por las grandes pérdidas que anticipan continúe presentando la filial encargada de la refinación del petróleo.