Deloitte estima que los vehículos eléctricos representarán el 32% de las ventas de automóviles nuevos para 2030. Eso aumentaría la demanda de baterías en aproximadamente 10 veces más de lo que las fábricas pueden producir actualmente. Y esa es una estimación conservadora. Algunos analistas esperan que las ventas de vehículos eléctricos crezcan mucho más rápido.
Gómez, de JD Power México, es uno de ellos. Sus estimaciones elevan hasta el 45% el porcentaje de vehículos que serán completamente eléctricos a nivel global para 2030. “La mitad del mercado mundial migrará hacia la electrificación en la siguiente década y la adopción será más acelerada en mercados como la Unión Europea, China y Estados Unidos”, dice.
Aunque el analista prevé que esta adopción sea relativamente lenta en México –alrededor de 12% de los autos nuevos vendidos serán eléctricos en 2030–, el que alrededor del 80% de la producción actual se exporte a los mercados que serán punta de lanza en electrificación debe prender las alarmas en el país. México ahora tiene una escala de producción automotriz de alrededor de tres millones de unidades y una cercanía con el mercado estadounidense que puede resultar atractiva para que los fabricantes de baterías se instalen en el país, a medida que más armadoras anuncian inversiones para incorporar modelos electrificados en sus líneas de producción.
Hoy, la fabricación de baterías está dominada por empresas como Tesla, Panasonic, LG Chem, BYD China y SK Innovation, casi todas con sede en China, Japón o Corea del Sur. Pero muchos jugadores nuevos están entrando a este mercado y los inversionistas están abriendo sus billeteras a las nuevas empresas que estén cerca de lograr mejoras importantes en la tecnología.
Baterías de litio: el negocio que México no debe dejar pasar
Las baterías para un automóvil eléctrico mediano cuestan alrededor de 15,000 dólares, aproximadamente el doble del precio que deben tener para lograr que los automóviles eléctricos tengan un precio similar al de los modelos a gasolina.
Esos ahorros se pueden lograr haciendo decenas de pequeñas mejoras, como reducir el desperdicio de materiales que se utilizan para fabricar una batería –hoy se desperdicia 10% debido a métodos de producción ineficientes– o producir baterías cerca de las fábricas de automóviles para evitar los costos de envío.
Ford ya produce modelos completamente eléctricos en México, mientras que GM lo hará a partir de 2023. Otras marcas, como Mazda o BMW, ensamblan vehículos con motorizaciones híbridas en sus plantas mexicanas. Mazda recientemente arrancó en la planta de Guanajuato la producción de versiones con sistemas mild-hybrid de los modelos CX-30 y Mazda3. BMW fabrica una versión híbrida de su modelo Serie 3 en la planta de San Luis Potosí.
Ahora, las baterías para estos modelos se importan de otros mercados, principalmente de Asia, pero la necesidad de contar con una cadena para producir baterías de litio será más evidente, conforme más fabricantes quieran producir nuevos modelos eléctricos.