Para la segunda mitad del año, la cadena hotelera prevé poner en marcha Waldorf Astoria Cancún, la marca más exclusiva entre las 18 que conforman el portafolio de Hilton.
Para Chris Nassetta, presidente y CEO de Hilton, el porqué de esta estrategia resulta simple. “Tenemos 80 hoteles en el país y tenemos 30 más en el pipeline (o planeación de proyectos), con lo que llegaremos a más de 100 en los próximos 18 meses. Lo que intentamos es darles a los huéspedes una variedad para elegir; algunos valoran la propuesta de valor de nuestros all-inclusive, y otros quieren más el lujo de nuestro plan europeo", dice el directivo a Expansión.
México ha estado en la mira del segmento ‘todo incluido’ últimamente, en especial tras el estallido de la pandemia de COVID-19, que llevó al crecimiento de los viajes de placer.
Como parte de los planes de expansión de compañías como Wyndham y Marriott, este formato cobró un rol clave, incluso atrayendo a nuevas marcas, como Alltra, en el caso de Wyndham.
Un común denominador tanto en estos casos, como en el de Hilton, es la relevancia del mercado estadounidense como emisor de viajeros, que en el caso del bastión instaurado en Tulum, representa la mayoría de los huéspedes.
"En Cancún y Tulum la demanda para el viaje de placer es muy fuerte en esta parte del mundo, particularmente la que proviene del este de Estados Unidos, es un gran mercado", explica Nassetta.
La marca espera sumar cada vez más de sus marcas en el país, no solo en el segmento de lujo, sino de otras categorías de su portafolio. Sin embargo, hay una expectativa de que segmentos como el de viajes corporativos y grupales se mantengan decaídos, mientras los vacacionales continúan en crecimiento.
"Muchos de nuestros clientes pueden estar en cualquier otro lugar, pero eligen estar aquí (en México), entonces nosotros también debemos estarlo", concluye Nassetta.