Oriol Bonaclocha, CEO de la compañía en México, explica que a raíz de la intensidad de la vida digital –acrecentada a partir de 2020, por el confinamiento obligado por la pandemia de covid-19– sus marcas también han sabido llegar a los compradores por vías electrónicas, tanto en ventas a través de plataformas de ecommerce (como Amazon y supermercados online, por ejemplo) y delivery (como Rappi o atendiendo dark kitchens), así como mediante activaciones y campañas digitales para promover sus productos con websites y códigos QR.
“Aprovechamos la pandemia como una etapa de transformación. (Durante 2020) nuestras marcas de
galletas se fortalecieron al conectar con nuestros consumidores y fomentar la convivencia familiar dentro de casa, nuestro canal de ecommerce creció 300% y no ha retrocedido ahora, en este tiempo en el que ya se levantan restricciones sociales (frente a la pandemia)”, detalla Bonaclocha.
Como compañía, continúa el directivo, han buscado que esta transformación digital no se dé solamente en herramientas de ventas y manejo de datos: “Sino también como una transformación cultural”, en donde, por ejemplo, han sabido mantener un ambiente de trabajo híbrido y flexible, que ha beneficiado a sus colaboradores.
Una realidad que muy pronto podría nutrirse de nuevas marcas, si llega a concretarse la adquisición de Ricolino, una empresa que hoy pertenece a Grupo Bimbo, pero por la que Mondelēz International de México ya ha hecho una sólida oferta, que hoy es analizada por las autoridades de competencia en el país.