Encontrarla en los anaqueles de tiendas de conveniencia y supermercados fuera de Monterrey ha sido un ‘guiño’ para los regios que viven fuera del estado norteño. “La primera vez que vi Topo Chico en Walmart casi lloré porque antes no había donde comprarlo, a menos que fueras a una tienda donde venden productos de Monterrey, como el chicharrón de La Ramos o una Joya”, dice Roberto García Juárez, un diseñador industrial que vive en Ciudad de México desde hace 20 años.
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Los ingresos de Topo Chico, junto con la marca de botanas Wise, cerraron el primer trimestre de 2022 en 17,428.9 millones de pesos, cerca de los 17,534.2 millones que representan las ventas de la Coca-Cola, según el último reporte financiero. “El caso Topo Chico es una demostración más de que Coca-Cola Company no es el maestro de los refrescos, sino en realidad es el maestro de la mercadotecnia: gran acierto”, dice Hermosillo.
Reinado en Estados Unidos
Topo Chico, que nació bajo el cobijo de la embotelladora Arca Continental hace 125 años, comenzó a exportarse a Estados Unidos en 1987, un mercado en donde se consolidó rápidamente como uno de los productos importantes del portafolio de Coca- Cola Company. Esto, en parte al impuso que le ha dado la compañía estadounidense en ese país, peto también gracias a que ya contaba con popularidad impulsada por la cercanía de la frontera norte y el número de regios en ese país. Hoy Topo Chico se distribuye en 30 estados de Estados Unidos.