MONTERREY. Lamborghini ha decidido dar el primer paso hacia la electrificación. La meta que se ha planteado la marca de autos exóticos propiedad del grupo Volkswagen es ambiciosa: en 2023 lanzará su primer modelo híbrido de producción en serie y a finales de 2024 toda la gama estará electrificada. Lograrlo requerirá de un desembolso inicial de 1,800 millones de euros (alrededor de 1,813 millones de dólares) y de una labor titánica de mercadotecnia para dotar a la marca de nuevos atributos.
“Estamos en una compañía que está muy orgullosa del motor de combustión interna, pero obviamente somos muy sensibles a las nuevas necesidades y sabemos que es imperativo para todos tener un escenario cero emisiones”, dice Andrea Baldi, CEO de Lamborghini en América.
Hoy, la razón principal por la que la gente compra un Lamborghini es por su diseño y colores llamativos y por el ruido que hacen sus motores de gasolina. Pero la electrificación es algo que, a estas alturas, parece inevitable para los fabricantes de vehículos, no solo por los diversos anuncios hechos por varios países para prohibir la circulación de modelos a gasolina a partir de la siguiente década, o por los límites de emisiones cada vez más estrictos que tienen que cumplir los fabricantes, sino porque hay una nueva generación de clientes que cada vez se sienten más cómodos con la idea de la electromovilidad.
“En los siguientes dos años, gradualmente iremos migrando a la hibridación. Pero migrar completamente hacia la electrificación tomará varios años más, ya que requiere alrededor de cinco años desarrollar un productor”, detalla Baldi.