El alza en los precios de los alimentos y bebidas no da tregua a las carteras de los mexicanos, aún con los esfuerzos en diversos frentes para evitar un mayor golpe a los bolsillos de los mexicanos, entre ellos, el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) que desde presidencia se impulsó para tratar de contener la inflación en 24 productos de la canasta básica.
Además, el paquete de medidas que anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador a principios de mayo, considera un arancel cero para importaciones de harina de maíz, harina de trigo, maíz blanco, sorgo, trigo, fertilizantes y otros insumos estratégicos, a fin de dar un respiro a la cadena de suministro de empresas productoras de alimentos y bebidas.
Pero los consumidores tienen la sensación de que "todo está más caro" cada vez que van al supermercado o al mercado. “Con lo que antes compraba pollo, huevo y verduras para comer tres días, ahora me alcanza para la mitad. El dinero no rinde y tenemos que hacer milagros para comer”, dice Erika, una jefa de familia que hace las compras de sus alimentos en un mercado de la colonia Guerrero, en la Ciudad de México.
La percepción de la jefa de familia no es equivocada. Durante la primera quincena de junio, la inflación general se ubicó en 7.88%, un nivel superior al 7.72% de la última quincena de mayo. Según Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México (Banxico), sin el PACIC, México tendría una inflación mayor a 10%.