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Los mexicanos compran más a granel para proteger su bolsillo de la inflación

Cada vez más personas se suman a las compras por gramaje o por pieza de productos como el huevo y el aguacate, que se han encarecido en los últimos meses.
vie 03 junio 2022 04:00 AM
(Mujer comprando productos a granel)
La compra de alimentos a granel aumentó con la inflación.

“Compraba mi bicarbonato de a kilo en el Sam's en 80 pesos y ahora lo compro en una tienda de cosas a granel por mi casa y me cuesta 32 pesos el kilo”, cuenta Perla Martínez, una jefa de familia que, en la búsqueda de nuevas maneras de economizar su gasto, ha renunciado a los empaques con logotipos a partir del aumento en algunos productos y alimentos desde diciembre pasado.

La compra a granel es una tendencia que va en aumento. Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), detalla que este esquema ya se presentaba en algunos productos como los granos, entre estos, el frijol, el arroz y el azúcar, pero a raíz de la pandemia se ha ido extendiendo a artículos de limpieza y de cuidado personal. “Hay un consumo emergente, en el que la gente va acomodando sus compras ante la inflación, los ingresos no se han recuperado y los precios no han dejado de aumentar'', dice.

Martínez concuerda con el representante de los pequeños comercios, pues también compra a granel limpiador de piso, cloro, jabón para trastes y champú, que tienen un costo entre 5 y 10 pesos menor frente a los productos que tienen la rúbrica de una marca.

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Definir qué productos resultaban más convenientes de comprar bajo este formato y dónde hacerlo no fue tarea fácil. La jefa de familia cuenta que tuvo que probar entre distribuidores para evitar que el ahorro se tradujera en un producto de pésima calidad.

Sin embargo, el aumento en las compras no se ha traducido en un alza exponencial para los vendedores. Norma Liga, quien comercializa productos para limpieza y cuidado personal en el mercado San Joaquín en la colonia Peralvillo, al norte de Ciudad de México, refiere que sí hay más personas que compran en su negocio, pero con el aumento de casi 30% en algunos de los productos que adquiere, la ganancia no es tan alta a la hora de contabilizar sus ingresos.

“Muchas mujeres, que son las que se encargan más de las compras, vienen por litros de cloro, limpia pisos o 'suavitel', que es lo que más se vende. Hasta la creolina, que se usa para desinfectar. Desde hace como un mes también se llevan champú, acondicionador o crema para el cuerpo”, explica.

En otro puesto del mismo mercado se venden semillas y chiles secos. La dueña, Luz Ramírez, relata que la gente suele adquirir en su local chiles secos, mole y granola, pero a partir de la pandemia, las personas compran más almendras, nueces, arándanos y chía.

Esta tendencia se suma a otros productos que se adquieren en las tienditas, en lugar de productos de marca en los autoservicios.

"Ahora compro en la tienda y me ahorro como 30 pesos, porque ya hasta cambié de queso. Antes compraba manchego Nochebuena, a 80 pesos 400 gramos, y ahora es queso panela, 76 por medio kilo. El jamón salió en 132 pesos por medio kilo, y antes compraba Zwan o San Rafael, 79 pesos por 250 gramos", relata Liliana Corona.

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Un aguacate y tres huevos

Las compras por gramo no son la única opción. De acuerdo con Cuauhtémoc Rivera, otro fenómeno que se ha visto desde diciembre pasado es la compra por pieza entre las frutas, verduras o proteínas que han tenido un aumento de precio a causa de la inflación que acecha al mundo desde finales del año pasado.

Alejandra López, quien atiende un puesto de verduras en un tianguis que recorre diversas localidades de la alcaldía Cuauhtémoc durante la semana, ha notado un cambio en las compras desde la inflación. “La gente compra sólo lo que va a usar para comer o cocinar, aunque después tenga que volver a surtirse”, dice. “En lugar de llevarse el kilo, compra tres jitomates, una cebolla, un aguacate o tres huevos”.

Aunque algunas personas adquieren los productos en los comercios locales, esto no significa que no resientan el efecto del alza de precios. Tonatiuh Torres, un diseñador gráfico oriundo de Iztapalapa, cuenta que hasta en la Central de Abastos las alzas de precios ya se perciben.

“El alza inflacionaria se nota mucho en algunas cosas; por ejemplo, la semana pasada los chayotes carísimos, el aguacate ‘nomás’ no baja y así con varias cosas. Pero aun así todo es más barato que en el tianguis de la colonia, ya no digamos que en el súper”, dice.

El aguacate es una de las frutas que más ha elevado su precio. El kilo en mercados supera los 100 pesos, cuando el año pasado era común comprarlo hasta en 50 pesos. Tan solo la primera quincena de mayo subió 13.38% a tasa quincenal, de acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor elaborado por el Inegi.

Pese a ser una de las frutas más características de la gastronomía mexicana, el aguacate no está considerado dentro de los 24 productos que considera el plan antiinflación del gobierno federal, por lo que no se prevé que su precio llegue a un tope, y mucho menos que se reduzca. “El aguacate ya es un recuerdo en la memoria de muchos mexicanos”, dice Cuauhtémoc Rivera.

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