La sex shop aumentó de 30% a 38% la proporción de mujeres que tienen intención de adquirir algún juguete. “El estar hablando de bienestar sexual tan abiertamente va ayudando a romper tabúes, además que las nuevas generaciones vienen con un chip muchísimo más abierto a experimentar”, añade.
Aunque la empresa tiene un proceso de innovación que le ha permitido desarrollar algunos juguetes, también toman algunos dispositivos que ya existen en el mercado y cambia los materiales y colores para mantenerse en línea con los que ya se venden en su página. Por ejemplo, Mambo, un succionador de clítoris -que es el más vendido- está basado en un dispositivo que ya existía, y sólo se le añadieron boquillas y un modulador de intensidad, como parte de este proceso de personalización.
Dónde comprar juguetes sexuales
En México, sólo hay registradas 481 sex shop en el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (Denue), aunque es posible que existan más de estos lugares, además de las tiendas que se suman a través de las plataformas digitales.
Aunque a las mujeres les gusta ver los productos, el comercio electrónico abrió una gran puerta para la venta de juguetes eróticos, impulsada por los envíos discretos, y en algunos casos, por la categorización de las compras en los estados de cuenta de las tarjetas con las que se realiza el pago.
Meibi, una sex shop digital de León, Guanajuato, ha logrado aprovechar este impulso. Moni Martínez, directora de marketing de la empresa, comenta que, desde 2020, las ventas de juguetes sexuales entre las mujeres mexicanas ha aumentado 50% cada año, de acuerdo con datos de la empresa.
Aunque no tienen una tienda física, esta marca se ha ideado una forma de conectar de manera física con las usuarias a través de los tuppersex, una dinámica en la que, a través de presentaciones de los juguetes eróticos con un catálogo a un grupo de mujeres, pueden ver, tocar y disipar sus dudas de forma directa con las vendedoras. Las ventas en estos eventos equivalen al 35% de los ingresos de un día en la tienda en línea.
Si bien la apertura respecto a la sexualidad de las mujeres ha crecido, el desafio para Meibi y el resto de las tiendas de juguetes eróticos es comunicar las experiencias con los juguetes para que las usuarias no tengan dudas de tamaños o sonidos, e incentivar las compras a través de la educación sexual, siempre asesorada de sexólogas y expertas en los temas.
“La comunicación y el contenido (en redes sociales), no sólo educacional, es lo que está elevando el mercado. Esto ayuda a romper prejuicios y tabúes y es fundamental, porque el cerebro es el primer órgano sexual que hay que erotizar”, comparte la directiva.
Entre los juguetes que ayudan a estimular zonas erógenas, los que más se compran en las plataformas digitales son los succionadores de clítoris o vibradores para la estimulación interior. En Meibi, el producto más comprado es Janis, un conejo vibrador, pero no es lo único. Los directivos coinciden en que las mujeres optan por otros tipos de sex toys para usar en determinadas zonas del cuerpo, con un crecimiento relevante en los que se usan en parejas y que tienen algún tipo de tecnología.
En el análisis de tendencias de juguetes sexuales, Grand View Research considera que la popularidad de los dispositivos es mundial, y con las pocas restricciones para los fabricantes respecto a los materiales, ahora es posible tener juguetes como vibradores bluetooth o automatizados para mejorar la experiencia sexual.
“Una de las tendencias crecientes en la industria de los juguetes sexuales es la adopción de la tecnología. Los dispositivos virtuales, los dispositivos conectados de forma remota, los robots, el entretenimiento inmersivo y la realidad aumentada son factores que se espera que cambien el panorama del mercado en los próximos años”, dice el análisis.