El incremento de posiciones sindicalizadas
La industria maquiladora y manufacturera es intensiva en mano de obra sindicalizada, y uno de los efectos que podría tener la reforma sería la contratación de más vacantes.
La planta de Audi en San José de Chiapa, Puebla, por ejemplo, ensambla un promedio de 175,000 unidades del Q5 al año, cifra que se incrementó desde las 150,000 unidades anuales con las que inició la factoría en 2016.
Christine Khulmeyer, directora de comunicación de Audi México, destaca que ante la posible reducción de la jornada laboral, la firma buscaría mantener sus niveles de producción. “Nuestro objetivo es mantener nuestras cifras de producción, no bajar de ello, pues contamos con la capacidad instalada. Cumpliendo siempre con la legislación que nos marquen en el país, trataremos de conservar los niveles productivos, buscaremos las formas”, dice.
Actualmente la planta tiene poco más de 5,100 colaboradores, distribuidos en tres turnos de ocho horas de lunes a viernes, y dos turnos los sábados, por lo que la compañía de origen alemán trataría de “encontrar las formas” de ajustarse a los posibles cambios normativos, ya sea contratando más personal o reestructurando actividades, entre otras soluciones.
Ramírez, de Urban Science, explica que esto no necesariamente será una medida generalizada en todas las empresas. “Quizá solo veamos la creación de una posición por cada 10 puestos sindicalizados y de habilidades básicas o bajo escalafón”, dijo.
La retención del talento
Jorge Bleizeffer, gerente comercial de Panduit de zona Norte, Occidente y Pacífico de México, coincidió con que la medida probablemente implicará aumentar la plantilla laboral, pero eso dependerá de la planeación de cada empresa.
Panduit recientemente inauguró una nueva planta en Apodaca, Nuevo León, para fabricar fibra óptica y Bleizeffer dijo que "la compañía será respetuosa" de las decisiones que tome el gobierno en términos de derechos laborales, y que incluso la visión de la empresa se ha enfocado en buscar que los empleados trabajen contentos para incrementar la productividad y retener el talento.
“En la medida que se cuide a los trabajadores se trabaja mejor y de manera más eficiente y eso conlleva una mejor competitividad”, refiere el directivo de Panduit. “Si el gobierno nos va a pedir más días de descanso y el ser humano va a estar contento con eso, no le vemos ningún problema”.
Retail y el uso de la tecnología
Las empresas de retail, como tiendas departamentales y supermercados, aunque son intensivos en manos de obra, también han invertido en tecnología para mantener sus operaciones durante la crisis sanitaria. Ahora, esperan que esto les permita continuar con los horarios de servicios en las tiendas, sin necesariamente tener que contratar a más personas.
Mariano Fiscella, vicepresidente de operaciones de Walmart Supercenter y Walmart Express, dijo que la reforma no representa un problema para la cadena de supermercados. “La empresa está dispuesta a respetar lo que dicte la ley laboral, incluso en el caso de que se haga efectiva una política con una jornada laboral de siete horas. Ello, además, no pondría en riesgo la operación diaria y, en su caso, los retos que presente esta reforma serán resueltos con tecnología ya existente en Walmart ”, añadió.
En la línea de cajas, por ejemplo, se han desarrollado estrategias y un sistema para reducir los tiempos en que se procesan los pagos, con máquinas de autocobro, envío a domicilio y servicio de pick-up.
El turismo no ve problemas pese a escasez de trabajadores
La industria turística viene de la peor crisis de su historia, y aunque ha recuperado viajeros, no ha sido de manera similar con los trabajadores. De hecho, en industrias como la hotelera y la aérea se ha hablado de una escasez de trabajadores que ha afectado sus operaciones en distintos niveles.
Para Braulio Arsuaga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), la reforma es necesaria en el país. “Es un tema que hay que pensarlo como todas las industrias, es un hecho que México es de los países que tiene menos días de vacaciones, y los mexicanos son los que más trabajan. No somos tan productivos a veces, es correcto que se ponga sobre la mesa por el impacto que puede tener hacia productividad y bienestar de trabajadores".
Respecto a la falta de trabajadores, considera que hay la plantilla necesaria para acoplarse a los cambios que requerirá la ley. “No creo que haya como tal un déficit de trabajadores. El promedio de ocupación de México es de 60%, pero no veo que exista un problema”.
¿Un riesgo para la competitividad de México?
Además de salarios competitivos y sindicatos de protección (que ahora se buscan dejar atrás mediante las votaciones para legitimar los contratos colectivos), una jornada laboral de 48 horas es uno de los beneficios que tienen las empresas al instalarse en México, a diferencia de los otros dos países de la región. En Estados Unidos y Canadá, la semana laboral es de 40 horas.
Para Eric Ramírez, director regional para América Latina de la consultora Urban Science, la disminución de horas o el incremento de vacaciones no le quitan competitividad al país; sin embargo, la suma de esto a otros factores como la eliminación del outsourcing, las presiones salariales por la inflación, el costo del dinero por las altas tasas de interés, definitivamente afectarán tarde o temprano, especialmente si hay otros países que vayan en dirección opuesta y se incremente el gap de competitividad.
Con información de Octavio Torres