“Lo que implica es que hay cada vez más cargas [consumidores] que están migrando al mercado eléctrico mayorista, que están saliendo del esquema de autoabasto”, explica Bernardo Cortés, un abogado especialista en el sector.
Apenas en una sesión de finales de septiembre, el regulador aprobó la exclusión de 13 centros de carga y en julio pasado autorizó 19. Durante años pasados, el regulador también llevó estos asuntos al pleno, pero en una menor cantidad, con cinco autorizaciones en 2020 y cinco en 2021.
“La CRE solo autoriza el trámite, pero la solicitud viene plenamente de los consumidores”, dice un alto funcionario del regulador que ha pedido no ser citado.
Las exclusiones de carga aprobadas durante este año se dieron después de que la propuesta de reforma eléctrica no fue aprobada en abril pasado por el legislativo. El cambio incluía la terminación inmediata de todos los contratos de autoabasto. “Esto de cierta manera –la salida de socios– es una forma de que se vaya terminando el uso de este esquema, los consumidores han comenzado a percatarse que su uso les trae incertidumbre”, dice la fuente.
Los documentos del regulador no detallan qué socios –como se les conoce a los consumidores de este esquema– han decidido dejar el esquema, ni las razones de la salida. Pero, según las actas de las sesiones, las centrales de la española Iberdrola –el principal usuario de esta figura– son las que han registrado la mayor cantidad de exclusiones de carga, con 19.
“Esto es totalmente decisión de las cargas, o sea del consumidor que se quiere salir y no puedes hacer nada contra eso, sí una carga se quiere ir se va. No podemos descartar que haya tal vez una presión por parte de la CFE hacia los consumidores para que dejen las sociedades”, dice un analista del sector que ha pedido no ser citado.
En una conferencia de mayo pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que algunos bancos y centros comerciales ya habían aceptado dejar el esquema de autoabasto y que sea la estatal CFE las que les distribuya electricidad.
Los analistas explican que los consumidores podrían estar saliendo del esquema en busca de mejores precios de electricidad o por un próximo vencimiento de los permisos o contratos de autoabasto.
Las centrales de autoabasto, según la legislación podrían al término de su permiso, migrar al mercado eléctrico mayorista, pero hasta ahora el regulador ha mostrado resistencia a aprobar la migración de estos activos, según participantes del sector. En lo que va de este año, la Comisión ya ha dado 14 autorizaciones a centrales de autoabasto para funcionar bajo un permiso único de generación, pero existen otros activos –como algunos de Iberdrola– que no han recibido la autorización.