De acuerdo con la información, en 2019 –el año de mayor actividad en la historia del turismo– la huella climática del sector fue del 8.1 % del total, frente al 7.3 % que aportaba en 2010, por ejemplo. Antes de la pandemia, sólo la aviación aportó el 2.5 % de todas las emisiones contaminantes a nivel mundial.
La cifra del 8.1 % descendió prácticamente a la mitad en 2020, con la irrupción de la pandemia que detuvo drásticamente la actividad turística en todo el mundo, hasta el 4.2 %, para luego recuperarse ligeramente en 2021, hasta el 4.6 % del total.
Esto implica que la huella climática del turismo actual aún está cerca de un 40 % por debajo del pico de 2019, mientras que la actividad económica ya se ha recuperado en gran medida. El WTTC espera que al final de este año la distancia se recorte hasta el 13%.
Según la presidenta y directora ejecutiva de WTTC, Julia Simpson, se trata de la investigación más ambiciosa de este tipo jamás emprendida –gracias a una financiación "muy, muy, muy, muy relevante" por parte de Arabia Saudí–, que permite estudiar el impacto medioambiental de cada subsector del turismo, aunque la organización aún no ha difundido los detalles del estudio.
"La divergencia entre el crecimiento económico del sector y su huella climática entre 2010 y 2019 (a un ritmo del 4.3% anual) es evidencia de que el crecimiento económico (del sector) se está desvinculando de sus emisiones de gases de efecto invernadero “al 2.4 % anual", ha explicado.