“(La conectividad) seguirá siendo la base de todos (los operadores de telecomunicaciones) pero las nuevas capas tecnológicas que se van a formar van a cambiar al sector. El servicio que ofrecemos de voz y datos ahora es lo más básico a los que puedes aspirar” dice Carlos Torrealba, vicepresidente adjunto de ejecución y transformación en AT&T.
"Pero ya no conviene sólo arrendar una infraestructura y menos con 5G, que requiere de muchas inversiones que hará en un futuro que todos converjamos en una sola red", añade.
AT&T lanzó 5G en México en diciembre del año pasado y a un año de distancia, la empresa ya se ve no sólo como proveedor de una nueva red, sino como una incubadora de nuevas aplicaciones tecnológicas, a través de un Laboratorio de Innovación con el que busca acelerar proyectos tecnológicos y de startups.
Torrealba detalla que el funcionamiento que tiene la empresa, del año pasado a ahora, es radicalmente diferente, al punto de funcionar ya “como una startup". "Somos ágiles y estamos orientados al valor”.
El ajuste en el modelo de negocio parte de pensar que el verdadero valor de la nueva generación en redes no es la velocidad, sino la transformación digital que requerirán diversas industrias como la minera, salud, educación, energía, así como desarrollos de aplicaciones.
“Es un despliegue que, a diferencia de otras tecnologías, no sólo se piensa en cobertura, sino en capacidad y funcionalidad”, advirtió en el año pasado Mónica Aspe durante el anuncio de 5G.
La empresa sigue con el despliegue de 5G y este año cubrirá 25 ciudades del país, pero también se mantiene concentrada en su Laboratorio de Innovación y en impulsar casos de uso de tecnologías de quinta generación a través de un fondo en alianza con Endeavor, para el cual destinó 100,000 dólares.
“El mundo tiene que adaptarse a este nuevo ritmo. Estamos buscando evolucionar y cambiar todos los días para dar el mejor servicio, que hoy tiene que ver con la realidad aumentada y la realidad del metaverso. Las empresas de telecomunicaciones fungirán como la base sobre la que se construya”, concluye Torrealba.