Ahora, para dar revés a la sentencia del juez, el IFT deberá desarrollar un nuevo análisis prospectivo de las tendencias en el mercado y los patrones de consumo de los usuarios de televisión de paga y las plataformas de OTT. Con base en ese documento se pueda determinar el grado de sustitución o complementariedad de los servicios.
Arturo Robles, comisionado del IFT aseguró que el órgano regulador de las telecomunicaciones se valdrá de todos los recursos que tiene para que se logre su determinación, y el primer paso es el desarrollo de un nuevo estudio que le permita evidenciar la ventaja que tiene Televisa en los 35 mercados.
Robles no detalló si la investigación empezará este año o si ya se lleva a cabo.
El poder sustancial se refiere a la capacidad que tiene una empresa para fijar precios unilateralmente o de restringir el abasto en el mercado relevante sin que los competidores puedan contrarrestar dicho poder.
Va por medidas de poder sustancial contra Megacable
Megacable es otra de las empresas de televisión de paga que está en la mira del regulador. En diciembre del año pasado, la compañía con sede en Guadalajara fue declarada con poder sustancial en cinco municipios del país y a un año de esta determinación el IFT ya trabaja en las medidas asimétricas para Megacable.
“El procedimiento de establecer medidas asimétricas (para Megacable) ya empezó: se le avisa a la parte y ésta tiene derecho a manifestar sus comentarios”, aseguró Sóstenes Díaz, comisionado del órgano regulador de las telecomunicaciones.
Megacable había impugnado la resolución emitida por el IFT, pero asegura que esta batalla legal se alargará en el tiempo en los juzgados especializados.
“Cualquier investigación o solicitud de la autoridad, claro que la vamos a cumplir, pero estamos batallando en los tribunales para que no tengamos ese fallo de poder sustancial. Pero si ocurre y nos invita a tener una separación contable, un sistema de tarifas, lo cumpliremos. Si nos declaran con poder sustancial, pues tenemos poder sustancial, aunque nosotros creemos que no”, dijo Raymundo Fernández, director general adjunto de Megacable, en octubre pasado durante una conferencia de prensa.
El IFT empezó a investigar a Megacable cuando la empresa en 2019 compró Axtel por 60 millones de dólares. La operación, autorizada por el mismo Instituto, involucró la transferencia de 1,370 kilómetros de red de fibra óptica y el traspaso de 55,000 clientes, entre residenciales y micronegocios.
Entonces el IFT advirtió que Megacable establecería concentraciones inusuales en algunos municipios del país, pero aprobó la operación como una forma de generar un contrapeso para el agente económico preponderante, Telmex-Telcel.