Arnal había ingresado a Stripe en marzo de 2020, justo cuando la pandemia había iniciado y cuando el mundo entero estaba parado, pero a diferencia de lo que pasaba en muchas empresas en todo el mundo, la compañía estaba en franco crecimiento y abría miles de oportunidades en Latinoamérica.
“Tenía un equipo en Brasil y terminaba mi día hablando con mis compañeros de San Francisco, así que las jornadas laborales eran extensas”. Con un crecimiento exponencial, Arnal decidió dejar la fintech después de hacer un análisis que hizo en conjunto con su coach.
Para el verano de 2022 decide dar un salto al vacío y tomar un sabático, mismo que la hizo tener un trabajo de autoconocimiento y de introspección para definir qué temores tenía al dejar el trabajo.
“Mariate abrió su cabeza y empecé a cuestionarme sobre qué iba a pensar la gente, qué iba a pasar con mi vida, qué tanta relevancia iba a tener si me iba. Pero me di cuenta de algo que en realidad me molestaba: no soy mi trabajo”, apuntó.
Tras este trabajo personal, Arnal decide tomar un sabático pero a su manera, donde sigue participando en los consejos empresariales, fomentando un ecosistema emprendedor y sobre todo desintoxicándose.
“Había días donde me sentía super inútil, floja, pero siempre regresaba al por qué estoy haciendo esto y ahora puedo decir que es la mejor decisión que he tomado en mi vida, pues me puse yo primero después de 30 años de poner otras cosas por delante”, afirma Arnal.
Tras cinco meses de periodo sabático, Arnal señaló que ha tenido cinco aprendizajes principales:
- Es super importante escucharse y conectarse con uno mismo
- Priorizarse es la meta
- Las personas no son su trabajo
- Se puede reformular la relación con el trabajo
- El verdadero poder de una persona no está en una empresa, está en uno mismo