La semana pasada, Samuel García, gobernador de Nuevo León, anticipó que en los próximos días podría anunciarse la instalación en esa entidad de una planta de Tesla, la cual quedaría muy cerca de la frontera con Texas, uno de los hubs de producción de la marca en Estados Unidos. Pero, este lunes, el presidente López Obrador aseveró que el estado atraviesa una situación complicada en cuanto al suministro de agua, por lo que no considera a Nuevo León como un lugar óptimo para la puesta en marcha del complejo.
"Hay otros lugares en el país en donde no se tiene el agua suficiente, en donde tenemos que cuidar el agua para el consumo doméstico, y uno de los estados que tiene este tipo de problemas es Nuevo León”, dijo el mandatario en su conferencia matutina.
De acuerdo con información al último día de enero del Monitor de Sequía de México del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en el territorio de Nuevo León se conjuntan tres tipos de 'estrés hídrico': anormalmente seco, sequía moderada y sequía severa, estando esto último presente en los municipios del noreste Anáhuac, Vallecillo y Parás.
A mediados del año pasado, el estado atravesó por una fuerte sequía que afectó el suministro de agua de uso residencial. Esto llevó a algunas empresas, Heineken entre ellas, a donar parte del agua concesionada.
La escasez de agua, ¿es realmente un problema para las armadoras?
La fabricación de un automóvil requiere de cerca de 4,000 litros de agua, según datos de la firma EcoLab. Si bien la cifra puede variar entre armadoras, generalmente los procesos de prensado del acero, calidad (específicamente la prueba de lluvia) y pintura son los más intensivos en consumo de agua. Específicamente, en éste último, la carrocería es sumergida y sometida a tensión eléctrica, atrayendo partículas de pintura y creando una capa que protege de la corrosión.
Aunque la industria automotriz es intensiva en consumo de agua, la mayoría de las armadoras no utilizan agua potable, sino tratada en sus propias plantas de reciclaje de agua.
Kia, por ejemplo, utiliza agua reciclada en su planta de Pesquería, Nuevo León.
Otras armadoras, como Ford, Toyota, General Motors y Stellantis, tienen plantas en los estados norteños fronterizos del país y, hasta ahora, el llamado 'estrés hídrico' de la región no ha sido un problema para sus operaciones. General Motors incluso anunció una inversión en 2021 para reconvertir su planta de Ramos Arizpe, Coahuila, a la producción de vehículos eléctricos. La inversión fue aplaudida por el presidente.
La escasez de agua, sin embargo, sí ha sido mencionada como un potencial problema para la instalación de Tesla en la entidad vecina.
"La planta debe instalarse donde se tenga agua, donde se tengan los servicios, y en Nuevo León no hay agua", dijo López Obrador, quien resaltó que, a diferencia de dicha entidad, el sureste concentra 70% del agua del país.
De acuerdo con el mapa del SMN, solamente algunas regiones de Guerrero y Veracruz poseen "zonas de sequía severa", mientras que la mayoría están coloreadas de gris, lo que significa que no sufren "de estrés hídrico".
Uno de los objetivos de la administración del presidente López Obrador es robustecer la región sureste del país, tanto en materia logística como industrial. Durante ell evento de la puesta en marcha del Tren del Istmo de Tehuantepec, que conectaría Veracruz y Oaxaca, el presidente dijo que éste contempla también la construcción de 10 parques industriales, con la intención de que las inversiones dejen de concentrarse en los estados fronterizos y en la región del Bajío.
Además del estrés hídrico, Nuevo León enfrenta una sobredemanda acelerada de parques industriales y con ello, de falta de espacio. De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Parques Industriales, el crecimiento del inventario aumentó 27% interanual al cierre del tercer trimestre del año pasado, alcanzando una ocupación en el país de 97.5%.
En cuanto a los mercados más dinámicos, coloca al Bajío con 22.9%, seguido de Monterrey, con 21.2%; Ciudad de México, con 17.2%, y Ciudad Juárez, con 7.1%.
AIFA, otro factor que entra en la ecuación
La zona del sureste no es la única que la administración de López Obrador ha promocionado entre los inversionistas. El pasado 31 de enero, el vocero presidencial, Jesús Ramírez, argumentó que el fabricante estadounidense estaba interesado por llegar al centro del país, principalmente por su cercanía al nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), pese a que el movimiento de autos y refacciones ocurre, principalmente, vía ferrocarril o barco.
"Tesla está estudiando invertir en esa zona para aprovechar la ventaja del AIFA", dijo Ramírez a Reuters el lunes por la noche al agregar que el sitio podría servir como base para que la empresa exporte desde allí vía aérea, un modo de transporte poco usado para el movimiento de baterías de litio, debido a que pueden autoprenderse y arder con un calor de aproximadamente 600 grados centígrados.