El común denominador entre estos médicos es la Coalición de médicos residentes de Pemex, una organización de corte sindical formada por al menos 300 profesionales de salud que tienen una relación laboral con la petrolera. David, un médico residente de primer año, es vocero de la organización. Dos de sus compañeras, una médica especialista en medicina interna y otra en anestesiología, que también fungieron como representantes de la coalición, también fueron despedidas entre los 30 restantes.
La otra parte de los contratos que no fueron renovados corresponden a residentes que tuvieron contacto con medios de comunicación, dieron entrevistas o iniciaron un proceso legal contra la petrolera, después de que en diciembre pasado salieran a las calles a protestar por un recorte en sus aguinaldos, levantaran una huelga de alrededor de dos meses y comenzarán un proceso conciliatorio con la compañía para exigir una mejora en sus prestaciones.
El proceso concluyó sin ninguna mejora en el salario y prestaciones, pero sí con la firme consigna de que no habría represalias contra quienes salieron ese diciembre a manifestarse. Pero la “represalia mayor” llegó ayer, dice Abigail Quiroz Vargas, asesora legal de los médicos despedidos por Pemex, al referirse al despido de los practicantes.
“Desde un inicio, desde que iniciaron las mesas de trabajo, nuestra principal inquietud era que no hubiera represalias, porque ya había amenazas y constantes ataques hacia nuestra persona de algunos médicos”, dice David en una llamada telefónica. “Quedó por escrito, tenemos varias minutas de trabajo en donde quedó establecido que no habría represalias y que se nos iba a cumplir el total de nuestro contrato con base en nuestra especialidad”.
Pemex redujo en 60% el sueldo de los médicos residentes
David tendría que iniciar mañana su segundo año dentro de la especialidad de urgencias médicas, pero ahora no tiene dónde hacerlo. “Las consecuencias son grandes para nosotros, nos quedamos a la deriva, (Pemex) atenta con nuestro desarrollo académico y personal”.
La estatal, explica Quiroz, publicó un acuerdo en marzo pasado –del que no tenían conocimiento los residentes- en el que reduce de manera importante sus sueldos.
El sueldo anual para un residente de primer año pasó de 152,737 pesos a 63,097 pesos, una reducción de casi 60%. La petrolera decidió reemplazar el monto que quitó de salario por bonos, como parte de una práctica común que realizan algunas compañías para evadir el pago de impuestos y entonces reducir sus partidas presupuestarias dedicadas a lo laboral.
“Pagan impuestos de manera diferente en sueldo y prestaciones, hay prestaciones que la ley llama de carácter social y van libres de impuestos, entonces la empresa reduce el monto que va a pagar de impuestos cuando disfraza el sueldo de estas prestaciones”, dice la abogada que lidera la Fundación Trabajo Digno.
Los residentes se dieron cuenta del cambio, explican, cuando recibieron su aguinaldo a finales del año pasado por 2,500 pesos. Esta prestación tendría que haber sido mayor, basado en su sueldo mensual, de alrededor de 14,000 pesos.
En esto último se basa el reclamo de los médicos. Como parte de la estrategia legal, los practicantes también aluden que la estatal está violando su derecho a la libertad sindical. “Si eso pasa en una empresa del Estado, qué nos podemos esperar de una empresa privada”, dice Quiroz.
¿Qué sigue?
La abogada explica que la petrolera está en obligación de garantizar a los residentes un contrato por el total de la duración de sus residencia, cual sea la especialidad, y que puede ser de gasta cuatro años: “Ellos no son de base, son temporales, pero en función de la duración de su especialidad es el tiempo del contrato.”
Quiroz, en representación de los médicos, inició un proceso de amparo ante el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Trabajo de la Ciudad de México, que fue desechado apenas un día después de que ingresó al juzgado. El recurso no fue estudiado, dice la abogada.
Ahora los médicos residentes han pedido a la Suprema Corte atraer el caso, sin que hasta ahora haya una respuesta. Los médicos también ya han iniciado un procedimiento ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.