En México, igual que pasa en otras partes del mundo, 5G se basa en un híbrido de redes en donde algunos operadores utilizan el modelo non standalone, es decir que el despliegue de 5G se hace sobre la infraestructura 4G. Aunque esto permite ampliar la cobertura en una primera fases, también limita el potencial de la nueva tecnología.
“Uno se pregunta cuándo debe entrar una tecnología o cuando es el momento idóneo y no hay una respuesta. Depende de la maduración del mercado, disponibilidad de tecnologías y competencia. 5G se irá materializando cuando se densifique la red y se empiecen a ver los casos de uso específicos. Hay que moderar nuestras expectativas sobre las nuevas tecnologías”, dice Jesús Romo, analista de la consultoría GlobalData y experto en telecomunicaciones.
Precios de teléfonos y planes, dos barreras de acceso
La adopción masiva de la tecnología a nivel usuario enfrenta diversos retos. Uno de ellos es el costo de adopción. Tanto los equipos telefónicos como los planes de datos son más costosos que aquellos que funcionan con la tecnología anterior.
La disponibilidad de smartphones a precios asequibles sigue siendo un problema, porque en el mercado la mayoría de los teléfonos que se comercializan con 5G son de gama alta y éstos tienen un costo elevado, lo que es una primera barrera de acceso a la nueva red.
“En América Latina (el acceso a teléfonos) es una problemática y, de hecho, el reto que tienen esta región es contar con terminales a un bajo costo para lograr una masificación de nuevas tecnologías”, dice Romo.
Por otro lado, las cuantiosas inversiones que requieren hacer los operadores de telecomunicaciones para desplegar la nueva generación en redes genera un modelo de negocio inicial basado en la oferta de planes de renta de pospago, un segmento en donde los consumidores pagan más por una canasta de datos, a diferencia del segmento de prepago, que funciona mediante "recargas" de saldo.
Aunque para algunos usuarios los nuevos planes de pospago resultan más costos, en opinión de Romo las compañías telefónicas han logrado un equilibrio entre las tarifas y los beneficios móviles.
“Los planes están cambiando y aunque para los usuarios pueden ser más caros, los planes 5G traen una canasta mucho más grande y quizá si mides el incremento de peso con el de datos esto se equilibra. Se estima que la canasta de datos crecerá a más de 20 gigas rumbo a 2027”, comenta el analista.
Telcel lanzó su nueva red con planes de renta, así como AT&T, en tanto que Telefónica cuenta con una oferta mixta.
De Saracho aseguró que para Telefónica, tanto el segmento de plan de renta como de recarga, son relevantes para su operación, por ello decidieron iniciar 5G con ambos modelos e incluso un usuario de recarga puede acceder a 5G desde 10 pesos.
“Nuestra premisa es que cualquier dato incluido en el plan o recarga de Telefónica se puede utilizar en cualquier tecnología disponible. La recarga de 10 pesos trae 200 megas y en ese sentido esos megas pueden ser utilizados en la tecnología que sea y así no se tiene la presión para tener cierta tecnología”, menciona la directiva de Telefónica.
Por su parte el directivo de AT&T explicó que, eventualmente, todas las empresas de telefonía ofrecerán planes 5G en ambos segmentos (prepago y pospago), pero los tiempos dependerán de las estrategias de negocio. “Va a llegar (el prepago de 5G en AT&T) pero no puedo hablar de un tiempo muy concreto. Pero esto está en la mesa y lo tenemos presente, porque el cliente de prepago también es nuestro y no lo dejaremos de lado”.
El costo del espectro también limita la cobertura
A más de un año de su llegada, 5G se abre camino pero a pasos lentos debido a que es una tecnología que requiere diez veces la infraestructura que se tenía con 4G, además de mayores bandas de espectro, un insumo que en el país cuenta con los precios más elevados a nivel internacional, lo que ha provocado que las empresas de telecomunicaciones que operan en México devuelvan bandas o bien ya no entren a licitaciones.
La nueva tecnología hoy está disponible en pocas ciudades del país y los usuarios que ya cuentan con ella notan que sus dispositivos saltan de una red a otra, lo que tiene como consecuencia que la batería de sus teléfonos se terminé más rápido.
“El despliegue toma tiempo porque además de espectro se necesita mucha fibra y la masificación de la tecnología implica costos en la infraestructura porque 5G opera en bandas altas y esto implica un reto grande porque necesitamos más estaciones para cubrir la misma cantidad de terreno que con 4G y el costo aumenta hasta un 20% dentro de la configuración”, apunta Torrealba.
Los expertos coincidieron en que los beneficios de la nueva red serán palpables en la medida en que la red se desarrolle, así como los casos de uso en la vida cotidiana, que en conjunto generen un ecosistema que favorezca que los usuarios adoptar la nueva tecnología.
Esta información es parte de la conversación realizada en el marco del Space ¿Por qué tanta gente está regresando del 5G al 4G? disponible en esta liga.