“El lujo del lado del desarrollo atrae nuevos tipos de inversionistas y desarrolladores para crecer con nosotros, y abre mercados a los que quizá no entraríamos de otro modo, como en resorts, por ejemplo”, dice la directiva en entrevista con Expansión.
Para el desarrollo de hoteles, la compañía ha optado por una estrategia más orientada en la conversión de complejos que en nuevas construcciones, y parte de ello se ha derivado de retos en el financiamiento de los proyectos y sus costos.
Smith estima que la construcción de nuevos hoteles se ha elevado entre 15% y 25% desde el estallido de la pandemia de covid-19, en parte por los altos niveles de las tasas de interés –que han encarecido el costo de los créditos– así como el alza en los precios de insumos, e incluso la prevalencia de cuellos de botella en el suministro de algunos materiales.
“El financiamiento era ya difícil de obtener en Latinoamérica, y en México la más grande oportunidad que vemos es para conversiones, de marcas como Voco, Vignette, Indigo”, dice Paul Adan, vicepresidente regional senior de Desarrollo para IHG Hotels & Resorts en México, América Latina y el Caribe. “Entre 25% y 30% de los tratos que tenemos en la región es para conversiones, que es mucho más de lo que era hace unos cuatro o cinco años, un 10%”.
A la par, la compañía ha visto una tendencia de impulso más favorable en el segmento de resorts que en el mercado urbano, lo que han buscado aprovechar con una alianza cerrada recientemente con la compañía española Iberostar, con la cual se sumarán hasta 70 hoteles al sistema de IHG bajo la marca Iberostar Beachfront Resorts.
“Iberostar crea credibilidad para IHG en el all-inclusive”, dice Smith sobre la alianza. “Nuestros acuerdos son de largo plazo, de 20 años mínimo. Tenemos una visión de largo plazo sobre dónde tenemos nuestros hoteles”.