El caso de Viva Air y Ultra Air fue relativamente similar al de Aeromar en este último punto. Viva Air cayó esperando ser comprada por el gigante colombiano Avianca, pues la autoridad aeronáutica no autorizaba la compra por temas de competencia, y sólo hace unas semanas aprobó una integración condicionada que todavía está pendiente de ser oficial. En el caso de Ultra Air, la promesa fue la compra por parte de la chilena JetSMART, que tampoco ocurrió.
Locos por las compras
La fiebre de acuerdos e inversiones en el sector aéreo latinoamericano no es algo nuevo, pues se ha dado particularmente desde empresas estadounidenses con interés en ampliar su huella en la región.
Entre los casos más representativos está la participación de la estadounidense Delta en Aeroméxico y LATAM Airlines; un acuerdo de United Airlines con la panameña Copa; una inversión de American Airlines en la brasileña GOL por 200 millones de dólares, e incluso otros acuerdos que siguen pendiente de aprobarse, como el joint venture de la estadounidense Allegiant y Viva Aerobus, que implica una inversión de 50 millones de dólares.
La decisión de una aerolínea por invertir en otra radica en el valor que ambas partes ven para incursionar en un mercado donde no podrían entrar solos, pues frecuentemente una tiene más capital, experiencia o mano de obra que otra, refiere Sergio García del Bosque, director ejecutivo y socio de la firma especializada en fusiones y adquisiciones Seale & Associates
“Muy comúnmente se hacen joint ventures de empresas globales en regiones donde dicen: ‘no estoy seguro si es mejor hacerlo solo, no conozco la cultura, la región o no soy tan bueno como mis socios locales, así que lo buscamos y así entramos sin nosotros tomar control completo’”, explica.
Las oportunidades son tan amplias que las aerolíneas latinoamericanas buscan una mayor presencia mediante el mismo esquema.
Este ha sido el caso de Avianca en los últimos años. Desde 2016 la aerolínea había anunciado su intención de invertir 100 millones de dólares en Aeromar para incrementar su presencia en el mercado mexicano; sin embargo, la compañía dio marcha atrás y la transacción nunca se dio.
Pero eso no detuvo a la aerolínea colombiana de buscar oportunidades en otras empresas. En mayo de 2022, Avianca y el accionista controlante de la brasileña GOL firmaron un acuerdo para crear un holding empresarial llamado Abra Group Limited (o Grupo Abra), que controlará a Avianca y a GOL y tendría el 100% de los derechos económicos de las operaciones de Viva Air en Colombia y Perú sin controlarla. Además, contará con un crédito convertible en acciones en la aerolínea chilena Sky Airline, que también atraviesa por un momento difícil.
Para Del Bosque, este tipo de acuerdos dan soporte a un sector sumamente retador, donde las previsiones difícilmente son suficientes para prever contingencias como el covid-19, que terminó por desestabilizar a varias empresas.
“La industria está condenada a siempre vivir ciclos donde algunas aerolíneas no van a sobrevivir, no por malos manejos sino porque los manejos financieros a veces no dan para salir de difícil situaciones”, dice.