Desde el año pasado, la industria de las telecomunicaciones móviles ha empezado el tejido de la quinta generación en redes a través de un modelo llamado Non Standalone, es decir, apoyado principalmente en la tecnología 4G. Y es que para lograr un 5G pleno se requiere de grandes inversiones para la adquisición de nuevas bandas de espectro, de radiobases y, especialmente, de más tendido de fibra óptica.
Mientras tanto, desde que empezó la pandemia, hace tres años, las empresas de servicios fijos se han enfocado en robustecer su red de fibra para hacer frente a la demanda de internet fijo que ha desatado el sector del streaming.
“Una posible venta de Telmex no traería beneficios. ¿Qué pasaría con los usuarios y las nuevas reglas del servicio a las que estarían sometidos? Tampoco beneficiaría a la empresa porque América Móvil requiere de su fibra para poder desarrollar la 5G”, asegura Jorge Fernando Negrete, presidente de la consultora Digital Policy Law.
El órgano regulador de las telecomunicaciones aún tendrá por lo menos un año para determinar el futuro de Telmex dentro de América Móvil. Según el Programa Anual de Trabajo del instituto, está previsto tener la resolución en el primer trimestre de 2024.
“Hay una presión por parte de la competencia hacia el instituto, pero creo que el tema de la regulación ya no sólo debería pensarse en ‘atar’ de manos a una empresa, sino ver más hacia otras industrias, otros proveedores que no están regulados y que podrían eficientar el ecosistema tecnológico”, asegura Jorge Moreno Loza, abogado de telecomunicaciones y titular del despacho Expanzione.
La apuesta por la 5G
Mientras se decide lo que sucederá con Telmex, América Móvil avanza en la densificación de la quinta generación en redes en México. Hasta ahora, la firma se ha consolidado como el operador más avanzado en 5G con cobertura en más de 100 ciudades al cierre del año pasado.
A medida que se densifica la nueva red en el país, el servicio mejorará y evitará que los equipos celulares cambien de una tecnología a otra evitando un alto consumo de batería y de datos. Pero la compañía sabe que, además de aumentar el territorio 5G, también requiere facilitar el acceso.
En abril de este año, América Móvil inició la comercialización de los servicios 5G en la modalidad de prepago, el mayor grueso de su base de suscriptores, y cuya estrategia va acompañada de la venta de smartphones idóneos para la nueva red, a través de abonos semanales.
“Con el prepago, América Móvil puede masificar la tecnología, pero, además, con los abonos chiquitos hace que los usuarios puedan acercarse más rápido. La migración ahora puede ser más rápida y sencilla y [a América Móvil]también le ayudará esto porque tal vez ya pueda pensar en el apagón de la red 3G para que todo el tráfico pase por las otras tecnologías. Y esto implicaría una reducción de sus costos operativos y mejoras en temas de consumo energético”, señala Jesús Romo.
La apuesta de la empresa, además de ayudar a rentabilizar la 5G, es dar batalla a las tiendas departamentales, como Liverpool, Suburbia y El Palacio de Hierro, en la venta de smartphones, establecimientos que se posicionaron desde la pandemia como las principales opciones para adquirir un dispositivo móvil.
Telcel había sido una de las compañías más afectadas por esta situación. Al cierre del año pasado, la empresa reportó 67,657 millones de pesos por la venta de celulares, una caída del 6.4% respecto de 2021. Pero con la nueva estrategia de ‘abonos chiquitos’, la firma se recuperó, pues en los primeros tres meses de 2023 reportó ingresos por equipo de 15, 638 mdp, lo que significó un incremento del 14.2%.
“Creo que nuestra red 5G está funcionando bien. Estamos poniendo muchos clientes en esta red. También estamos trayendo 5G en prepago y también estamos financiando equipos en el mercado de prepago; en general, creo que lo estamos haciendo bien en equipos y adiciones netas en México”, afirmó Hajj en conferencia con analistas.