El fabricante estadounidense de camionetas eléctricas Lordstown Motors se declaró en bancarrota y demandó al gigante electrónico taiwanés Foxconn, al que responsabiliza por ello, anunció la firma en un comunicado el martes.
Lordstown demanda a Foxconn por "fraude" y por "incumplimiento deliberado y constante de compromisos comerciales y financieros", según la nota.
Las acciones de Foxconn "han causado un daño material a la empresa, así como a sus perspectivas", destacó Lordstown, que justificó en ello la solicitud de protección por bancarrota del Capítulo 11 efectuada a las autoridades comerciales estadounidenses.