Ante estas nuevas articulaciones, Musk dio el sí para que los consumidores de automóviles de sus marcas rivales puedan utilizar su red nacional.
Mary Barra, jefa ejecutiva de General Motors, aseguró estar “realmente entusiasmada” por duplicar el volumen de cargadores disponibles para los propietarios de vehículos de la firma. Al mismo tiempo, espera que el sistema de Tesla, conocido como Estándar de Carga de América del Norte (NACS, por sus siglas en inglés), se unifique para que en el continente se permita “una adopción masiva”.
El dominio de la red de Tesla refleja la reputación de fiabilidad del sistema, así como la lenta expansión de las opciones rivales de recarga de vehículos eléctricos, en medio de problemas en la cadena de suministro y el pesado despliegue de un gigantesco programa federal.
El dominio de la red de Tesla refleja la reputación de fiabilidad del sistema, así como la lenta expansión de las opciones rivales de recarga de vehículos eléctricos en medio de problemas en la cadena de suministro y el pesado despliegue de un gigantesco programa federal.
Ganarse la aceptación de los gigantes automovilísticos de Detroit es el último golpe de Musk y ha contribuido a que las acciones de Tesla suban un 40% desde el anuncio de Ford el 25 de mayo.
Aun así, muchos expertos afirman que es prematuro declarar vencedor al NACS. "Tal vez vamos en esa dirección, pero aún es prematuro afirmar que Tesla y NACS han ganado", afirma Loren McDonald, consultor del sector, quien augura que la evolución del mercado podría ser similar a la de la telefonía móvil, en la que hay dos estándares dominantes (Apple y Android).
Expertos en vehículos eléctricos señalan que otros fabricantes de automóviles como Volkswagen y Hyundai siguen apostando por la norma rival, conocida como sistema de carga combinada (CCS).
"Finalmente tendremos una norma única, pero hay que ver cuánto tardaremos", dijo John Eichberger, director ejecutivo del Transportation Energy Institute.
Eichberger dijo que un sistema de recarga dominado por Musk podría generar preocupaciones monopólicas, y añadió que aún no está claro hasta dónde llegará el patrón de Tesla para compartir una tecnología que hasta hace poco era de su propiedad.
"Si vamos hacia una fuente de recarga por defecto, entonces tendría que ser una tecnología de código abierto", afirma Eichberger.