La extracción de condensados continúa salvando las cifras de la estatal Pemex a la par que la producción del resto de los hidrocarburos apunta una baja pronunciada, según los datos que la propia compañía muestra en sus reportes financieros. El Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) ha encontrado que, durante el primer semestre de este año, la estatal y sus socios extrajeron la menor cantidad de petróleo crudo –sin incluir los condensados– para un periodo similar en los últimos 13 años.
La compañía y sus socios extrajeron 1.599 millones de barriles de crudo sin incluir condensados, una clase de petróleo muy ligero que hasta hace unos años poco figuraba en la producción de la estatal, pero que durante este sexenio ha salvado la producción de la compañía, principalmente por la explotación de los campos Quesqui e Ixachi. Los especialistas chocan respecto a si los condensados deben sumarse o no en la producción total de crudo.
Al inicio del sexenio, Pemex los incluía en su suma total, sin especificar que se trataba de condensados para así sostener el discurso de que la producción de petróleo había logrado alzarse.