Toyota lanzó a finales de junio la esperada quinta generación de Prius en el mercado mexicano. Pero una particularidad capturó el interés y generó debate entre los aficionados del modelo: las unidades vienen equipadas con rines de acero y tapones de plástico, en lugar de los tradicionales rines de aluminio.
Esta decisión se tomó debido a que una especificación del rin de aluminio resistente a las condiciones severas de los caminos de México, no estuvo lista a tiempo para el lanzamiento. Y esperarla hubiera implicado un retraso de un año en la presentación del vehículo.
"A mí me hubiera encantado, desde el día uno, traer rines de aluminio. Pero lo que buscamos es la satisfacción del cliente, y si no tenían la suficiente rigidez, o la suficiente resistencia para los caminos, iba a resultar contraproducente porque íbamos a pasar un bache, el rin se iba a doblar, y se iban a generar más temas y más comentarios", dijo a Expansión Diego Valdés, gerente de planeación de producto de Toyota Motor Sale de México.
"Entonces preferimos decir: mejor lo traemos así a México (con rin de acero y tapón), y, en cuanto se pueda, le ponemos los rines de aluminio, ya con la resistencia necesaria para el mercado", añadió.