El fabricante número uno de semiconductores en el mundo TSMC, aprobó una inversión de 3,800 millones de dólares para construir una planta el Alemania encargada de fabricar estos microchips de alta tecnología, esenciales para la producción de electrónicos, máquinas, automóviles e incluso, misiles.
La fábrica, que se ubicará en Dresde, será la primera de la compañía en Europa, la cual forma parte de un plan por parte de los países occidentales encaminado a reforzar el control de la fabricación de estos componentes.