Dos minerales amenazan la relativa estabilidad que había alcanzado el sector automotriz en los últimos meses. China anunció que a partir del 1 de agosto aplicará controles a la exportación de galio y germanio, fundamentales para la fabricación de semiconductores y de baterías de litio.
El gigante asiático argumentó que estas medidas buscan salvaguardar la seguridad nacional y proteger sus intereses comerciales, pero los fabricantes de automóviles ven en la medida un foco rojo en términos de manufactura en el corto y mediano plazos.
Jean-Dominique Senard, presidente de Renault, declaró en una entrevista a Reuters el pasado 8 de junio que la decisión de China debería poner “en alerta” a las automotrices europeas, al exponer una “excesiva” dependencia de China y con ello, la necesidad de construir una costosa cadena de suministro.
La reciente escasez de semiconductores en la industria automotriz desencadenó una serie de desafíos que afectaron significativamente la producción de vehículos y las ganancias del sector. Según IHS Markit, durante 2021, el punto más crítico de esta crisis, se dejaron de fabricar unos 9.5 millones de vehículos a nivel mundial debido a la falta de chips, que fueron priorizados para la producción de dispositivos electrónicos como celulares y tabletas.