México tiene el reto de recuperar una pérdida de mercado que, pese a no ser irreversible, será difícil de contrarrestar.
El Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac (Cicotur) estima, por ejemplo, que el país perdió más de 3 millones de pasajeros el pasado julio por la Categoría 2 en comparación con lo que habría recibido bajo la Categoría 1. Además, la última estimación del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) situó las pérdidas en alrededor de 9,200 millones de pesos.
Lo cierto es que las aerolíneas de Estados Unidos están en uno de sus mejores momentos de su historia en el mercado mexicano. En el primer semestre atendieron a 16.5 millones de pasajeros, un incremento de casi 6% respecto a 2022 con un promedio que pasó de 2.2 a 2.3 millones de pasajeros mensuales.
Para recuperar lo perdido, las aerolíneas nacionales recurrirán a abrir más rutas para competir con gigantes como American y United Airlines, que han ganado cuota en este periodo. La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) estima que la recuperación de la Categoría 1 incrementará en un millón el número de usuarios con Estados Unidos y agregará 50 nuevas rutas.
¿Qué implicará abrir más rutas?
Por una parte, las aerolíneas tienen aviones nuevos que han operado en rutas nacionales dada la prohibición de incorporarlos en vuelos a Estados Unidos; sin embargo, con el regreso de la Categoría 1 probablemente elijan usarlos para aquel mercado, uno de los más rentables.
Por otra parte, el sector se enfrenta a un menor espacio en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), donde se reducirá el tope de operaciones por hora de 52 a 43 vuelos a partir del próximo 8 de enero. Por ello, las aerolíneas podrían ser más selectivas con las rutas que ahí operen, un proceso en el cual probablemente salgan ganando las conexiones hacia Estados Unidos, donde utilizarían los nuevos aviones a costa de tener menos rutas nacionales en el aeropuerto capitalino.
“Con la salida de la Categoría 2, las aerolíneas pasan de una camisa de fuerza a otra al verse forzadas a viajar a 43 operaciones por hora”, advierte Juan Carlos Machorro, socio especialista en derecho aeronáutico de Santamarina y Steta. “Es factible que conserven sus rutas más redituables desde el AICM”.
Aunque la intención del gobierno federal ha sido que las aerolíneas usen cada vez más el AIFA, la competitividad de las rutas hacia Estados Unidos se mantiene desde el AICM. Por ello, es probable que si hay una reubicación de rutas, sea de las nacionales.
“Sería atractivo [para las aerolíneas] trasladar vuelos del AICM al AIFA y que sean nacionales. Ya lo hemos empezado a ver con la apertura a nuevas rutas y traslado de operaciones”, explica Julio Zugasti, socio especializado en el sector aeronáutico de la firma Hogan Lovells, haciendo referencia al reciente ajuste realizado por Aeroméxico, en el que mudó al AIFA sus vuelos a Colima y la mitad de sus frecuencias a Durango.
A corto y mediano plazos los especialistas coinciden en que podría haber una reducción de tarifas en los vuelos hacia Estados Unidos, pero a largo plazo la competitividad del sector se mantendrá solo al procurar mantener las condiciones de seguridad esenciales para no volver a caer en Categoría 2.
El titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SICT), Jorge Nuño Lara, reconoció en un comunicado que, ante el nuevo escenario, el objetivo de la SICT, al lado de la AFAC, es "fortalecer el sistema aeroportuario nacional para mejorar el servicio a los usuarios".
“Necesitamos una política aeronáutica de largo plazo y recursos suficientes, gente bien pagada y capaz que no ponga en duda nuestra capacidad de cuidar la seguridad”, concluye Machorro.