“Facilitación, no queremos exención de impuestos, no. Simplemente que tengamos un esquema de facilidades para nuevas inversiones, para trámites que realiza el sector y para apoyar la atracción de inversión”, mencionó en entrevista con Expansión José Zozaya, presidente del organismo.
Al término de un panel en ExpoTransporte 2023 resaltó que, además de atender las nuevas solicitudes de inversión, las autoridades deben de poner un especial énfasis en las plantas e inyecciones de capital ya existentes.
“Apoyémoslos, no metiéndolos en esquemas burocráticos con una mejor atención. Ya tienes aquí el sector automotriz, atiéndelo, permítele que se pueda reunir contigo, porque ¿cuánto tardan las reuniones con el gobierno? ¿cuántos meses se tardan en que te den una cita?”, cuestiona.
Por ejemplo, para la puesta en marcha de Tesla en Nuevo León, el gobierno a nivel estatal asegura que ya entregó los permisos correspondientes para su construcción, pero las autorizaciones a nivel federal aún no.
La Industria Nacional de Autopartes (INA) asevera que sí ha mantenido una buena comunicación con el gobierno, principalmente con la Secretaría de Economía, pero considera que aún son varias las políticas que podrían adoptarse en miras de seguir impulsando el sector.
La producción de autopartes en México alcanzó un valor de 10,682 millones de dólares, una cifra récord para cualquier mes, sin embargo, para seguir con este dinamismo, es necesario apoyarla para que se puedan conservar estos hitos con la venidera producción de vehículos eléctricos.
“Hay un componente muy importante en la transición tecnológica en la capacitación y entrenamiento, es decir, debemos de actualizar los planes de estudio de las escuelas técnicas, de las universidades, de precisamente para que la adopción de estas nuevas tecnologías sea mucho más rápido”, agrega Armando Cortés, director de la INA.
La falta de agilidad en la tramitología por parte de las autoridades se reciente incluso en el mercado. La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), resalta que los trámites en el país parecen cada vez más “obsoletos”, por el tiempo que toman.
Guillermo Rosales, presidente del organismo, resalta que en el pago de las obligaciones fiscales, la presentación de la información no es la mejor, lo que termina en un proceso complicado.
“La realidad es que el diseño, el reglamento, el sistema a cargo del SAT para hacer la presentación de los avisos es engorroso, es costoso, son multas elevadísimas, y no hay, por parte de la autoridad, un compromiso por hacer más eficiente la presentación de la información”, concluye.