Francisco Cabeza, presidente de la recién creada asociación, subraya la importancia de fomentar un diálogo efectivo entre las partes involucradas. "Necesitamos que se articule un diálogo entre las diferentes organizaciones; hay muchos monólogos pero no hay diálogo, y eso es lo que buscamos. Articular un diálogo a nivel país", afirma. "Si avanzamos lentamente o aún no hemos alcanzado nuestros objetivos, es porque todavía existe una fuerte presencia de vehículos de combustión interna en nuestro país. Pero lo que sí vemos es que hay un impulso insuficiente hacia el vehículo eléctrico".
La presentación oficial de la entidad tuvo lugar el miércoles durante el evento Latam Mobility México en la Ciudad de México. Si bien aún no se han revelado los nombres de los miembros que integrarán la AMIVE, se estima que alrededor de 30 actores participarán en esta iniciativa. Estos incluyen cámaras empresariales, fabricantes de vehículos, instituciones educativas y empresas especializadas en la instalación de infraestructura de carga. Además, destacan la participación de pequeñas y medianas empresas (Pymes) que también desean sumarse a este esfuerzo conjunto.
La AMIVE se ha propuesto trabajar en tres pilares fundamentales: políticas públicas, educación y normas de estandarización. En este contexto, la expansión de la infraestructura de carga pública y la estandarización de los cargadores se presentan como elementos clave para el éxito de la electrificación automotriz en México.
Según datos proporcionados por la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), en el primer semestre del año, las ventas de vehículos híbridos y eléctricos en el país sumaron 36,198 unidades, representando tan solo el 4.9% del total de autos vendidos en el mercado local. No obstante, los vehículos eléctricos representan menos de 0.5% del total de las ventas totales.
Cabeza destaca que la AMIVE también buscará apoyar a través de incentivos al segmento de vehículos que transportan mercancías, especialmente aquellos utilizados en la última milla. Muchas empresas, tanto nacionales como transnacionales, buscan reducir sus emisiones de carbono en tiempos determinados, y la electrificación de sus flotas es una estrategia clave.
"Hasta la fecha, muchas de estas empresas han implementado vehículos eléctricos en otros países, pero aún no han hecho lo mismo en México. Debemos ser conscientes de que estamos abordando una necesidad actual y apremiante", subraya.
Otro reto es la cobertura de infraestructura de recarga. Cabeza, quien trabajó tanto en la iniciativa privada como en el sector público, estima que en la actualidad existen alrededor de 6,000 puntos de carga públicos en México, una cifra que ha aumentado en 1,000 unidades en comparación con el año anterior.
"Como asociación, nuestro objetivo es ser la voz que transmita las necesidades del país. Buscamos respaldar la formulación de políticas públicas y concentrar nuestros esfuerzos en lograr que la nación comprenda, desde una perspectiva asociativa, lo que se requiere para llevar a cabo esta transición de manera efectiva", concluye.