Los vehículos utilitarios deportivos (SUV) y las camionetas pickups han experimentado un auge en popularidad en México, pero no precisamente entre los consumidores. Estos modelos, especialmente los fabricados por Honda, Toyota y KIA, se han convertido en el blanco predilecto de grupos del crimen organizado, desatando una ola de robos y actividades ilícitas que afectan principalmente a los estados de Jalisco, Michoacán y Guanajuato.
La versatilidad de estos vehículos es la principal razón detrás de su elección como herramientas criminales. Según la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERPV), una vez robados, los SUV y pickups son utilizados para perpetrar otros delitos y participar en operaciones propias del crimen organizado.
"La mayoría se utiliza como vehículos accesorios para otro robo… Las camionetas sirven para dar alcance, son vehículos pesados y sirven para transportar mucha gente, ese tipo las CR-V y HR-V de Honda, mientras que las pickups, como la NP300, se utilizan como accesorio y a veces como deshuesadero e incluso para venderla", dijo en entrevista con expansión David Román, presidente de ANERPV.