Ford tomó en 2019 una decisión estratégica que marcó un cambio significativo en su enfoque de mercado: dejar de vender vehículos compactos para centrarse en segmentos más rentables, como pickups y SUV medianos y grandes. Aunque la decisión inicialmente generó controversia, ha resultado ser una jugada maestra para la compañía estadounidense, llevándola a experimentar los mejores años de rentabilidad en su historia, especialmente en mercados emergentes como el mexicano.
La estrategia de Ford se basó en reconocer y capitalizar su experiencia en la fabricación de pickups y SUV, segmentos donde la marca posee un conocimiento reconocido expertisse. A pesar de renunciar a segmentos de alto volumen representados por vehículos compactos, la compañía se mantuvo firme en su objetivo de apuntar a un segmento más exclusivo y orientado a un estilo de vida específico, con vehículos por encima de los 30,000 dólares (unos 515,000 pesos).
Lucien Pinto, director de Mercadotecnia y Ventas de Ford de México, explica que la clave del éxito radica en "enfocarse en lo que eres bueno". "Nosotros éramos buenos haciendo pickups y Muscle Cars. ¿De dónde nacimos? De ahí", dice.