La raíz del problema se remonta a la pandemia, cuando la demanda de semiconductores aumentó exponencialmente para la fabricación de dispositivos electrónicos, desviando la atención de la industria automotriz. Este cambio estratégico resultó en una reducción significativa de la producción de vehículos, generando tiempos de espera de hasta ocho meses para algunos modelos.
Pero con la normalización de la disponibilidad de chips, la situación ha mejorado también en los pisos de venta.
Lucien Pinto, director de marketing y ventas de Ford México, señaló que a medida que avanzó el año 2023, la industria experimentó una normalización en la disponibilidad de inventario. “Comenzamos el año todavía con algún trastoque relacionado por tema de disponibilidad, sobre todo por el año anterior, sin embargo, a partir del año ya comenzamos a ver normalización en la disponibilidad de toda la industria”, aseveró.
Ford, por ejemplo, produjo 30,511 unidades solo en noviembre, con un aumento interanual del 29%, y durante los primeros 11 meses del año, alcanzó las 337,967 unidades, representando un avance del 20.3%.
Cada marca ha enfrentado la situación de manera diferente, pero todas coinciden en que la crisis de semiconductores que se prolongó hasta los primeros meses de 2023 ya es cosa del pasado. Edgar Carranza, CEO de Hyundai Motor de México, destacó que a partir de agosto y septiembre, la empresa ha elevado su participación gracias a la disponibilidad de inventario en los distribuidores.
“A lo largo de los primeros seis meses de este año, tuvimos un poco de escasez de inventario y listas de espera. Entonces nos costó un poco de trabajo responder a lo que nuestros clientes esperaban”, mencionó Carranza. "Pero hoy ya tenemos más de un mes venta de inventario en los distribuidores", añadió.
Este cambio ha influido positivamente en las expectativas de ventas para el año en curso. La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) estima que se venderán 1,367,999 unidades al cierre de 2023, reflejando un incremento interanual de 25%.
Guillermo Rosales, presidente de la AMDA, destaca que el desafío actual no reside en la disponibilidad de productos, sino en la capacidad logística del país para hacer frente a los niveles de comercialización. Con la superación de la crisis de chips, la atención se enfoca en la eficiencia del aparato logístico mexicano para satisfacer la demanda y cerrar el año con éxito en el sector automotriz.
"Ahora, el reto consiste en contar con una logística que nos permita disponer de los vehículos y entregarlos satisfactoriamente para este cierre", concluyó.