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Pemex está a un escalón de que sus bonos sean considerados de riesgo sustancial

La petrolera perdió su grado de inversión desde abril de 2020, pero la nueva rebaja deja a los bonos de la petrolera muy cerca de la clasificación de Moody's.
mar 13 febrero 2024 05:00 AM
Pemex está a un paso de que sus bonos sean considerados de riesgo sustancial
La calificación de Pemex ha caído en al menos seis escalones en la escala de Moody's en lo que va del sexenio.

Los bonos emitidos por la empresa estatal Pemex están al borde de ser catalogados como de 'riesgo sustancial', es decir, de alto riesgo. La reciente reducción en la calificación crediticia de la compañía por parte de Moody's, ocurrida el pasado viernes, ha dejado a Pemex a un paso de caer en los niveles más bajos de la escala de calificación de la agencia. Estos niveles son asignados a aquellas empresas que están próximas a enfrentar dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras.

Los bonos de la empresa estatal ya habían perdido su grado de inversión en abril de 2020, cuando la pandemia de covid-19 provocó una caída histórica en los precios del petróleo y la administración de la compañía optó por mantener su estrategia. Sin embargo, esta última decisión de Moody's, de rebajar la calificación de Pemex de B1 a B3, añade más presión a la situación de la empresa. Esta rebaja representa otro revés para la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, que está a punto de finalizar su mandato.

Inicialmente, la calificadora reconoció los esfuerzos de la administración actual para detener la tendencia decreciente en la producción de petróleo, así como el compromiso significativo del gobierno federal con Pemex y el pago de su deuda. Sin embargo, estos mismos factores ahora contribuyen a la explicación detrás de la rebaja en la calificación de la empresa.

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Moody's ha dicho que las acciones para aumentar la producción de hidrocarburos no han sido suficientes, que el presupuesto que se proyecta para este año no abonará a un aumento en estos números y que esta administración de Pemex quedará muy lejos de las metas que se propuso. Y ha mencionado que la estatal se ha hecho aún más dependiente a los apoyos de la Secretaría de Hacienda, que este año le inyectará más de 8,500 millones de dólares para sus amortizaciones de deuda.

Calificación de Pemex

La calificación de Pemex ha caído en al menos seis escalones en la escala de Moody's en lo que va del sexenio. Y ahora, la calificadora ha dejado a la nota una perspectiva negativa, lo que indica una posible nueva baja en la calificación. Moody's fue consultada, pero negó una petición de entrevista.

Los analistas dicen que la mayoría de las bancos y los inversionistas ya tenían previsto una nueva rebaja en la nota de Pemex, pero que esta nueva acción de Moody's podría llevar a la petrolera a enfrentar intereses aún más altos si decide salir al mercado internacional y a algunos bancos o fondos de inversión a buscar deshacerse de los papeles que poseen de la compañía porque sus lineamientos internos no les permite poseer bonos de compañía con bajas calificaciones. Esto último, sumado a una estrategia en términos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG o ESG por sus siglas en inglés), hace que los bonos de Pemex tengan cada vez menos espacio en los portafolios de algunos inversionistas.

Moody's también ha criticado la apuesta por el segmento de refinación, que suma pérdidas de más de 31,500 millones de dólares entre 2019 y 2022, según los números de la agencia.

"Las consecuencias ahora mismo pueden considerarse como pocas, porque de cierta manera el mercado ya lo tenía previsto, pero lo realmente importante es que Pemex se está alejando cada vez más de una remota posibilidad de recuperar en algún momento el grado de inversión, este escenario se está acercando prácticamente a lo imposible. No hay acciones que convenzan al público inversionista o las calificadoras sobre la posibilidad de que en algún momento haya métricas adecuadas para revertir el deterioro crediticio", dice Víctor Gómez Ayala, del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).

Pese a que los bonos de Pemex ya están cerca del riesgo sustancial –donde se colocan, por ejemplo, los papeles de compañías que han pedido la bancarrota–, las posibilidades de que la estatal caiga en impago con sus inversionistas son muy pocas. Todo porque el gobierno federal ha decidido respaldar la deuda de la compañía desde el inicio del sexenio.

Moody's pronostica que Pemex no tendrá la liquidez suficiente para enfrentar sus compromisos de inversión y deuda al menos en los próximos dos o tres años.

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