La alianza trasfronteriza más grande del sector aéreo, la de Delta-Aeroméxico, podría llegar a su fin como consecuencia de los últimos cambios regulatorios en el sector propuestos desde el gobierno federal mexicano.
El Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT, por sus siglas en inglés) emitió una orden tentativa el pasado 26 de enero negando la solicitud de Delta y Aeroméxico de una extensión de inmunidad antimonopolio, lo que representa un golpe significativo para sus operaciones conjuntas entre Estados Unidos y México.
Esta decisión se produce como respuesta a la prohibición de México sobre el servicio de carga en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (CDMX) y las reducciones de capacidad en el servicio comercial en el mismo aeropuerto. Tanto el recorte de operaciones en el AICM, como el haber mudado las operaciones de carga de este complejo hacia el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), han implicado reestructuras de negocio en las líneas aéreas, lo que ya está causando repercusiones.