La disputa por la refinería de Cadereyta, entre el gobierno del estado de Nuevo León y Pemex, revivió este viernes. La Secretaría de Medio Ambiente estatal clausuró esta mañana las instalaciones del complejo de la petrolera después de que personal no permitiera una inspección en el recinto.
La polémica por la refinería no es algo nuevo. El gobierno de Samuel García ya había amagado en distintas ocasiones con clausurar el recinto e imponer “sanciones fuertes” por las emisiones contaminantes resultantes del proceso de refinación.