El informe con los datos oficiales de Pemex sobre el estado de su deuda con proveedores no incluyen montos en litigio, impuestos, así como trabajos que están en un proceso conciliatorio con acreedores.
Si la cifra reportada el lunes se compara con las de diciembre del 2023 -informadas por la empresa en una llamada con analistas a finales de febrero- la deuda con proveedores habría caído un 61% desde 359,760 millones de pesos, uno de sus niveles más altos en los últimos años y superior en un 27.5% respecto al 2022.
Pemex no dio detalles en esa llamada de los adeudos facturados ni por facturar. Por meses, la empresa ha enfrentado serias dificultades para pagar a proveedores, contratistas y operadores petroleros que han advertido que la falta de cumplimiento podría llevar a la empresa a perder producción de hidrocarburos y poner en riesgo la supervivencia de compañías privadas.
Dos fuentes de Pemex dijeron a Reuters el mes pasado que la empresa usaría un reciente crédito fiscal que le dio el Gobierno hace unas semanas, por el equivalente a unos 6,400 millones de dólares para abonar pagos a proveedores.
Reuters reportó recientemente que la gigante estatal, que además tiene una deuda financiera de más de 106,000 millones de dólares, ha privilegiado el pago a grandes empresas de servicios petroleros en detrimento de operadores con contratos petroleros que le venden toda su producción y otros proveedores.
La estatal dijo en la llamada con analistas que había pagado 413,937 millones de pesos a sus proveedores en 2023 y directivos adelantaron en la conferencia que la empresa hará pagos este año, aunque no dieron detalles ni cronogramas ni montos.