Una avalancha de autos eléctricos chinos arrasa con el Auto Show de Beijing
Con el objetivo de deshacerse de su imagen de fabricantes de automóviles de bajo costo, las marcas chinas hicieron un despliegue nunca antes visto de conceptos y modelos con nuevas energías.
Beijing, China.- El dragón asiático ocupa un papel protagónico en la industria automotriz global. Eso quedó claro en el primer día del Salón del Automóvil de Beijing –también conocido como Auto China–, en donde el despliegue de vehículos de los fabricantes locales y foráneos demostró que la competencia es más feroz que nunca.
Alrededor de 1,500 empresas exhiben sus últimos vehículos, incluidos los principales actores chinos BYD, Chery, SAIC Motors, junto con los recién llegados al sector tecnológico como Xiaomi. Pero a diferencia de otros salones del automóvil, en donde un lanzamiento sigue a otro y en donde es posible seguir todas las conferencias y presentaciones, en el China International Exhibition Center (CIEC) de Beijing, es “todo, en todas partes y al mismo tiempo”.
Para los fabricantes chinos “más es más”. Mientras que en los salones del automóvil de Detroit, Nueva York o Los Ángeles, los stands tienen un tamaño suficiente para albergar tres o cuatro modelos, en China los hay de unas dimensiones similares, o incluso mayores, a las de un concesionario promedio. La industria automotriz china mostró el músculo: más de un fabricante chino presentó una decena de novedades, entre variantes y modelos completamente nuevos.
"Tenemos que tener una mente ganadora, ningún fabricante quiere ser un perdedor", dice Parker Shi, vicepresidente y director de mercado internacional de GWM, una marca que en menos de cinco años extendió su presencia a más de 30 países, México entre ellos.
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Una clara apuesta por la electrificación
El mercado chino ya es el más grande del mundo con ventas de 22 millones de vehículos el año pasado, según la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China. Ahora, y con el objetivo de deshacerse de su imagen de fabricantes de automóviles de bajo costo y posicionarse como líderes en tecnología, los fabricantes locales hicieron un despliegue nunca antes visto de conceptos y modelos con nuevas energías.
GWM exhibió su modelo eléctrico Ora 07, un competidor directo para el BYD Seal y del Tesla Model 3. Además, presentó la nueva generación de su SUV Haval H6, que incorpora un sistema plug-in hybrid mejorado.
JAC puso en primera fila la más reciente variante eléctrica de su pickup mediana, así como su nuevo modelo JAC Yiwei, ‘el Mini Cooper ‘ chino con el que buscará hacer frente al BYD Dolphin.
BYD, por su parte, presentó un nuevo hatchback con tracción trasera, denominado Ocean-M, que será construido sobre una nueva plataforma totalmente eléctrica.
La ausencia de Tesla por segundo año consecutivo y el stand abarrotado de Xiaomi, que presentó SU7 con 700 km y velocidad máxima de 210 km/h, marcaron el primer día de actividades en el Salón del Automóvil de Beijing.
Aunque el mercado chino es el foco de los fabricantes locales, varios de los modelos destapados en el Auto China se comercializarán fuera de Asia. GWM, por ejemplo, planea lanzar el Ora 07 en los siguientes dos años, mientras que el nuevo Yiwei de JAC llegará este año a México.
“Con la industria automotriz china entrando en una nueva era de globalización y la creciente fuerza de las marcas nacionales chinas, el paso de los vehículos chinos al escenario mundial también se ha convertido en una nueva tendencia", dijo Mu Feng, presidente de GWM.
En México, los vehículos chinos pasaron de alrededor del 2.6% del mercado en 2021 al 20% en el primer trimestre de este año, según datos de Inegi.
Los fabricantes chinos también están incursionando en Europa, lo que genera preocupación en algunos países de que representen una amenaza potencial para los fabricantes de automóviles y los empleos europeos.
Las marcas tradicionales contraatacan con eléctricos
En medio del tsunami de vehículos chinos que inunda los cinco continentes, las marcas occidentales y asiáticas lanzaron una potente contraofensiva electrónica en el piso de exhibición. Las placas de color verde, que en China sirven para identificar a los vehículos eléctricos, predominaron en sus stands.
Volkswagen, por ejemplo, exhibió varios modelos de su línea eléctrica ID, desde el ya conocido ID.3 hasta variantes de sus modelos ID.4, ID.6, ID.7. Bajo el slogan “Diseñar una nueva era”, la marca alemana presentó un nuevo concepto denominado ID. Code, el primero desarrollado en China para el mercado local.
Toyota, Mazda y Nissan presentaron autos conceptuales, modelos eléctricos y nuevas colaboraciones locales. Mazda, por ejemplo, desveló la variante eléctrica de su sedán mediano Mazda6, en un esfuerzo por subirse a la ola de los eléctricos y mantenerse competitivo en el mayor mercado del mundo.
General Motors destapó solo novedades electrificadas para sus marcas Chevrolet, Buick y Cadillac. Ford, por otro lado, fue de los pocos fabricantes que mantuvo una apuesta por los motores de combustión y solo exhibió algunas de sus placas más icónicas, como Mustang, Bronco y F-150 Raptor.
También las marcas premium sacaron los cuchillos y dejaron claro que están dispuestas a contrarrestar la avalancha de nuevos vehículos eléctricos de lujo de los competidores locales. Mercedes-Benz, por ejemplo, destapó la nueva Clase G eléctrica, en un intento por acabar con los "rumores" de que la compañía había renunciado a la electrificación.
Durante los dos primeros días de feria, está previsto que los fabricantes de automóviles presenten 117 nuevos modelos frente a los 93 destapados el año pasado en Shanghai, y exhiban 278 vehículos de nuevas energías, siete más que el año pasado, según datos de los organizadores. Este despliegue demuestra que el Auto China ha dejado de ser un evento local, para convertirse en un referente para la industria automotriz global.