El escándalo de las pruebas de seguridad de los fabricantes de automóviles japoneses se agravó el lunes. Toyota Motor y Mazda suspendieron el envío de algunos vehículos después de que el Ministerio de Transporte japonés detectó irregularidades en las solicitudes de certificación de algunos modelos. También se detectaron irregularidades en las solicitudes de Honda, Suzuki y Yamaha Motor, informó el ministerio.
Se descubrió que los fabricantes habían presentado datos incorrectos o manipulados en las pruebas de seguridad cuando solicitaron la certificación de los vehículos. El ministerio ordenó a Toyota, Mazda y Yamaha suspender los envíos de algunos vehículos.
"Es extremadamente lamentable que se hayan descubierto otras irregularidades, porque las acciones fraudulentas relacionadas con las solicitudes de certificación de modelos socavan la confianza de los usuarios y sacuden los cimientos mismos del sistema de certificación de vehículos", indicó el ministerio en un comunicado.
El martes se llevará a cabo una inspección in situ en la sede central de Toyota en la prefectura de Aichi. Las últimas revelaciones se conocen después de que el Ministerio pidió a las automotrices a finales de enero que investigaran las solicitudes de certificación tras el escándalo de las pruebas de seguridad en la unidad de autos compactos Daihatsu de Toyota, que salió a la luz el año pasado.